Noe Pucci y La Shiji: el viento patagónico y la nueva identidad folclórica

Por Ramiro Comes

Entrevistamos a dos cantautoras, una neuquina con sello latinoamericano, la otra porteña comprometida con las raíces del folclore. Unidas en su lucha y búsqueda identitaria, el viernes 19 de abril inundarán de música el Club Atlético Fernández Fierro.

Noe Pucci y La Shiji son dos músicas en permanente desarrollo, trabajan en el Instituto Nacional de la Música (INaMu) en Neuquén y Buenos Aires respectivamente. Por separado son potentes, pero juntas prometen un huracán de música, diversidad e identidad en el Club Atlético Fernández Fierro (CAFF). En el Bar de las Madres, donde tiene lugar esta entrevista, nos cuentan cómo se conocieron y por qué se eligieron para compartir el escenario, sobre sus orígenes e influencias; también nos dejaron espiar un poco los entretelones de su espectáculo.

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo se conocieron?

Noe Pucci: Fue en el sur, en Neuquén, de donde soy yo. Shiji tuvo que ir por un tema de trabajo. En el transcurso de la charla, que fue de muchas horas, nos contamos qué estaba haciendo cada una. Tuvimos mucha empatía y un cariño muy grande a pesar del poco tiempo que nos conocíamos. Ya al segundo encuentro nos intercambiamos nuestros discos, empezamos a interesarnos en la obra de la otra y a pensar en tocar juntas.

La Shiji: Noe me cayó muy bien, ya la conocía a través de amigas que vivieron en Neuquén y me contaban lo que hacía. Era un momento en el que no estaba muy convencida de seguir haciendo folclore argentino, siempre tuve la contradicción de cantar folclore y ser porteña. Cuando vivía en el norte no quería cantar allá porque era porteña, ni acá porque eran todos porteños, estaba insoportable (risas). Cuando ella escuchó mi disco me dijo: “Vos sos una cantora de la ciudad”. Nunca nadie me lo había dicho tan sintéticamente y en esa mirada me sentí identificada. Eso me impresionó y se nota en sus canciones, en cómo aborda lo musical.

N. P.: Si bien a ella le gusta lo que yo hago y yo gusto de su obra, hay algo que nos une que es la mirada que tenemos para hacer las cosas. Para nosotras que somos artistas independientes esta es una propuesta fuerte, porque es de ida y vuelta, para septiembre pensamos hacer una gira por el sur. Para mí, venir a Buenos Aires a tocar con una artista comprometida por su laburo social, su búsqueda musical y que es compañera, es muy importante. Shiji es una de las personas más sororas que conozco fuera y dentro del escenario.

LS: En Noe encontré algo que no puedo definir, es un “estilo Pucci”. Conseguir una integración entre lírica y letra es dificilísimo, tiene mucha personalidad, además me dio un impulso para hacer eso que tenés ganas de hacer.

APU: Después de haber trabajado en ámbitos con mayoría de varones, y tener una militancia desde una perspectiva feminista ¿fue casual la elección de trabajar juntas?

N. P.: Mi mirada de género es mucho más de clase, nosotras tenemos un pañuelo verde en nuestras carteras, pero nuestra gran militancia es en los sectores más vulnerados, porque ahí es donde nosotras vemos el tema de género. A las que matan, a las que violan, las que mueren por un aborto ilegal son las mujeres pobres.

LS: Para mí fue más allá de eso, no sentí que teníamos que armar esto porque somos mujeres. Venimos de esa militancia de formar grupos de mujeres en los barrios en los 90. Varias veces me pasó que venían a pedir ayuda. Le pedí a mi vieja que es psicóloga, que venga una vez por semana a Villa Lugano porque el momento me desbordaba. Vivimos situaciones así hace 20 años, está incorporado a nuestra vida cotidiana.

APU: ¿Por qué eligieron el CAFF?

N. P.: Lo eligió Shiji porque juega de local (risas), pero me pareció la mejor elección, es cálido pero no deja de tener esa cosa nocturna e íntima a la vez.

LS: Ahí presenté mi primer disco, y toqué un par de veces. La experiencia siempre es hermosa, nos vamos siempre contentos, los que tocamos y los que nos van a ver.

APU: ¿Qué “lío” tienen pensado para el espectáculo?

N. P.: Es un lío bien organizado, al estilo Shiji-Pucci. Lo que me parece interesantísimo es que nuestras músicas pueden convivir tranquilamente. Tienen un hilo conductor: el universo de la raíz, la identidad, la memoria y la resistencia. Pero después, musicalmente hablando, son bien distintas. La música de Shiji tiene un trabajo muy profundo de investigación en la música de raíz folclórica, en la musicalidad y en las palabras, sin dejar de lado lo contemporáneo. Mi música, si bien tiene una sonoridad del continente por los instrumentos que toco (charango y cuatro), no tiene que ver con el folclore sino con la música de raíz originaria (mapuche) y con la identidad, se van a encontrar con un reggae en mapuzungun. Son dos shows riquísimos. Es muy probable que terminemos con una canción las dos juntas, sería un lujo para mí poder cantar con ella. Somos la unión de contrarios, como dice Mao. Shiji es como una cajita de música que querría tener en la mesita de luz y también es un puñal, y yo soy una bestia parda, así me dicen.

APU: ¿Cómo se componen las bandas y quiénes serán los músicos invitados?

LS: Entre los músicos invitados me acompaña nada menos que Magdalena León, el vientista Alejandro Chamorro del grupo Huauque (música andina de fusión), en charango Cristian Chamorro y en viola Inti Olmos, que también toca conmigo unos temas andinos. La banda que me acompaña, está compuesta por Facundo Gómez en acordeón, Juan Pablo Colombo en bajo y Daniel Figueroa en percusión.

N. P.: Yo voy a tocar de base con Martín Morales, ya que mi banda está en Neuquén. Martín es un músico increíble multiinstrumentista de Mendoza. Y como invitados van a estar Pablo Marchetti y Malena Dalessio, ¡un lujazo!

 

Noe y la música neuquina

APU: ¿Cómo es el mapa musical hoy de Neuquén?

NP: En Neuquén hay un montón de músicos cantautores, para pensar la historia nos tenemos que remitir a la mal llamada “Campaña del desierto”. Si bien el pueblo Mapuche es un pueblo vivo porque ha recuperado el 95 por ciento de su lengua, si le preguntás hoy a los neuquinos cuál es la música que los representa, te van a decir la chacarera o el tango, es para morirse. Yo nací en el norte de Neuquén, en un pueblito, Chos Malal, ahí se tocan cuecas, tonadas, descansos y otros ritmos. Pero si vos le preguntás a un neuquino si la cueca es neuquina, te dicen “ esa m… es música chilena”, es terrible. Aquello que podría haber sido nuestra música de raíz no lo es, y lo que podría haber sido nuestra identidad cultural tampoco lo fue, porque el genocidio, además de muy sangriento, fue cultural. Perdimos los bailes y los rituales Mapuches.

APU: ¿Vos estás recuperando esa música?

NP: No lo hago, quizás está mal decirlo y no hacerlo, lo que sí hago yo es cantar mis composiciones en lengua mapuche.

APU: ¿Qué relación tenés con la comunidad mapuche?

N. P.: Estoy vinculada con la Confederación Mapuche, que es el núcleo más importante de toda la Patagonia, se llama Poelmapu y agrupa a la mayoría de las comunidades. Yo no me crié en comunidad, y hace poco me enteré de mi descendencia. Pertenezco a la Confederación, fue ahí donde aprendí a hablar, tengo una relación no sólo política sino también de amistad. Lo que estamos intentando hacer es parecido al concepto de las Abuelas de Plaza de Mayo, que tienen un banco genético. Nosotros queremos hacer un banco geográfico, porque si uno sabe dónde nació puede ir para atrás en su historia, pero en la búsqueda de la música no, y no porque no lo vea como algo importante, sino porque hasta que la sociedad neuquina entienda que el pueblo Mapuche tiene muchísimo para aportar, yo no voy a dar ese paso. Es una decisión personal. Me parece que hay otras prioridades como la recuperación de la identidad. Porque primero hay que reconocerse para ir a buscar esa música.

APU: ¿Con qué referentes de esa música te sentís identificada?

N. P.: Hoy tenemos referentes como Beatriz Pichimalen, Luisa Calcumil y Rubén Patagonia que cantan en mapudungun y que son compañeros, y hoy eso es una postura política. Con todas las agresiones que está recibiendo el pueblo mapuche, desalojos, represión y fracking, creo que hoy cantar en mapuzungun es resistir. Aimé Painé para mí también es una gran referente que lamentablemente ya no está con nosotros.

 

Shiji y la investigación folclórica

APU: ¿Cómo empezaste a investigar la música folclórica y cuál fue el resultado?

La Shiji: Todo empezó hace más de 15 años gracias a Patricia Andrade, una profesora de canto. Ella me hizo notar que elegía temas que eran de la misma época y de compositores amigos entre sí, yo no lo sabía. Ahora estoy estudiando con Magdalena León, que es una cantante de tango y estuvo muy vinculada a Tejada Gómez.

Cuando estudié Comunicación uní esas dos cosas: armé un proyecto para hacer la tesina vinculada a un grupo de compositores tucumanos y de otras provincias, de las décadas del 40 y el 50, que se conocieron en la Universidad de Tucumán. Fue un movimiento social y cultural en el marco de un contexto social, político y económico de la provincia. Por ejemplo el “Pato” Gentilini, con quien vengo hablando desde hace muchos años; Gerardo Nuñez y su mujer; el “Chivo” Valladares que ya falleció pero tuve la oportunidad de entrevistarlo varias veces. Y Ricardo Kaliman me está dando una gran mano, es un investigador muy groso y solidario de Tucumán. Esta generación de músicos que no estaban tan organizados como los del Nuevo Cancionero (Mercedes Sosa, Armando Tejada Gómez, Antonio Oscar Matus, entre otros), empezaron a hacer música de una forma diferente a la que se hacía.

Lo que más me emociona de ellos es que siempre estaban buscando, no querían hacer las cosas diferentes porque sí, sino que son compositores muy influenciados por la música y la poesía latinoamericana, sobre todo los hermanos Nuñez que tocaban son cubano, leían a Martí y vivían en Salta. Es un grupo que no tiene el reconocimiento que debería tener, y lo que realmente rescato es su mirada social al hombre o mujer cercanos, ya fuera un zafrero o una compañera de la facultad. Fueron intelectuales que decidieron no quedarse en ese mundo.

APU: En tu primer disco hay dos canciones de Ramón Navarro, ¿qué recuerdo tenés de él?

La Shiji: Grabé dos canciones suyas: “La copla perdida” y “Pampa mía”, esta última compuesta con Oscar Alem, tuve la fortuna de que, además, la grabara en mi disco antes de morir, de pura casualidad. A Ramón lo conocí después de grabar, junto con Oscar son personas que tienen una gran capacidad de ver y de contar lo que pasa a su alrededor.

 

Noe y Goy Karamelo

APU: ¿Cómo te vinculaste con Goy, el productor de la banda Karamelo Santo?

N. P.: Lo conocí hace siete años y empezamos a charlar sobre la posibilidad de que él me produjera el disco, yo todavía vivía en Neuquén. Al año siguiente empecé a viajar una vez por mes para que él produzca mis canciones. Lo maravilloso de encontrarme con Goy es que había muchas similitudes entre los dos, él era de una provincia (Mendoza) y se vino para Buenos Aires, y también estaba el tema de la resistencia. En Neuquén había un gran auge de lucha, de muchísima resistencia. En un momento la lista de mis canciones era: “Por qué mataron al docente”, “Agrupación de mujeres violentas”, “No tiren gases lacrimógenos”. Entonces Goy me dijo: “Flaca, ¿vos vivís de la música? No lo puedo creer, ¿qué le das a la gente cuando entra? Dale una alegría, resistí desde la alegría”.

Eso fue re positivo para mí y llegué a una síntesis, a la resistencia desde la alegría. Eso es algo que no nos pueden quitar. Él también me preguntó si yo tenía descendencia mapuche, pero yo me había criado con una familia de origen italiano, con la familia de mi padre. Ese disparador me tocó y empecé a recordar a mi abuela tejiendo en el telar, hoy tiene 105 años y vivió la campaña del desierto.

Noe Pucci y La Shiji brindarán su espectáculo este viernes 19 de abril a las 21 hs, en el CAFF- Club Atlético Fernández Fierro (Sánchez de Bustamante 772, CABA). Entradas $200 – anticipadas $170

 

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