La diversidad de responsabilidades que asume la conducción de una institución destinada a la atención de personas con discapacidad, supone un complejo conjunto de exigencias para la cual aquella debe estar adecuadamente preparada.
El cumplimiento de un gran número de requerimientos que plantean las normativas, la sustentabilidad económico financiera, las demandas de los familiares de los beneficiarios y de los propios recursos humanos, obliga a la conducción a focalizar sus energías en el día a día. Esto limita la construcción de una visión estratégica, el análisis de las oportunidades y la identificación y superación de las debilidades internas.
Nos proponemos entrenar a esa conducción y a quienes tienen la intención de ejercerla, en la aplicación sistemática de sus potencialidades y las de su entorno. |