Una experiencia exitosa en una Escuela Especial en Pilar que lleva adelante el Programa Prohuerta (Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación e INTA), la Agencia de Luján del INTA AMBA y la Universidad Nacional de Luján (UNLu).
Por Debora Andrea MAS, Jose Luis CASTAÑARES
Diversas experiencias han demostrado el valor de incluir la huerta en las escuelas. Más allá de la producción de hortalizas, que aportan a la dieta diaria, los docentes cuentan que el trabajo en la huerta con sus estudiantes ha permitido el aprendizaje fuera del aula, mejorar la convivencia, asumir responsabilidades, recuperar y valorar saberes de padres y abuelos, entre otros.
En las escuelas especiales, en muchas ocasiones, resulta difícil la realización de una huerta tradicional. Es así como la técnica de cultivo conocida como hidroponia puede presentarse como una alternativa productiva, con la suficiente plasticidad como para adaptarse a diferentes contextos. Cabe destacar que un cultivo hidropónico es aquel que se desarrolla en una solución nutritiva, pudiéndose prescindir del suelo.
El técnico de la Agencia de Luján, José Luis Castañares, comentó que se viene desarrollando desde hace tres años una experiencia exitosa de hidroponia en el colegio especial 504 de Pilar, que se encuentra en la localidad de Del Viso. Allí asisten jóvenes con capacidades diferentes que aprenden diferentes oficios: cocina, carpintería, jardinería, a los que se suma la huerta. “En la búsqueda de alternativas que permitan llevar adelante un cultivo de hortalizas pensamos en la hidroponia como una producción viable” expresó.
En articulación con docentes de esta escuela, el Programa Prohuerta (Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación e INTA), la Agencia de Luján del INTA AMBA y la Universidad Nacional de Luján (UNLu), se comenzó a trabajar en la implementación de un módulo de hidroponia simplificado. El mismo ha consistido en un sistema en raíz flotante, en el cual las plantas se encuentran sostenidas por una placa de telgopol perforada que flota en una solución nutritiva, formada fundamentalmente por agua y el agregado de algunos nutrientes, presentes en el suelo y que son necesarios para el crecimiento.
“Este sistema es uno de los más simples y económicos que existen, por su relativa facilidad de construcción, mantenimiento y posibilidad de adaptar diferentes materiales luego de su correspondiente limpieza”, comentó Castañares
Al mismo tiempo el técnico destacó que la implementación de dispositivos hidropónicos tuvo gran aceptación por parte de la comunidad educativa y despertó en los estudiantes en interés de indagar sobre la nutrición de las plantas contribuyendo a la formación especializada.