“Difundir las ideas liberales en este momento global, es una nueva gesta liberadora de la esclavitud a la que nos sometió el Estado pervertido”, afirmó hoy el presidente Javier Milei durante su discurso en la cena de fin de año de la Fundación Faro, realizada en el Yacht Club de Puerto Madero.

El mandatario reflexionó sobre la importancia de la Fundación, que cumple “un rol crucial en la guerra espiritual que se libra por el futuro del país y la región”, a la que definió como “un conflicto sin balas y sin violencias, pero donde se dirimen igualmente las vidas de millones de personas”, y sostuvo que el país atraviesa un “cambio de paradigma cultural”.
“Un gobierno liberal, ¿a qué se dedica?”, interpeló el Presidente a su auditorio, y respondió: “a nivelar la cancha. Se encarga de respetar los derechos naturales: el derecho a la vida, la libertad y a la propiedad privada, respetando el principio de no agresión”. Asimismo, sostuvo que la mejor política que puede llevar adelante un gobierno es “achicar el Estado. Y vamos a seguir por el mismo camino, bajando el gasto e impuestos”.
“El crecimiento económico debe ser un anhelo de cualquier Estado, dado que implica una mejora constante de la calidad de vida de sus ciudadanos”, agregó Milei, y se refirió al rol necesario de la protección de la estabilidad macroeconómica. En ese sentido, afirmó: “El Estado debe proteger esta luz divina, este faro que ilumina el alma de los hombres libres y les da un derecho natural a ser dueños de su trabajo, debe protegerla como algo sagrado y resguardarla de la tiranía de sus vecinos y de sí mismos”.
Además, el mandatario expresó su solidaridad con la comunidad judía en el país y en el mundo tras el atentado ocurrido en Australia, “en un contexto global en el cual el antisemitismo encuentra expresiones cada vez más aberrantes”, y alertó sobre “que esta amenaza trascienda del pueblo judío”, en tanto se trata de “una afrenta contra la libertad misma”.
Finalmente, el jefe de Estado felicitó a José Antonio Kast, presidente electo de Chile, “por su contundente victoria en las urnas”, y extendió “un fraternal abrazo al pueblo chileno que hoy comienza a vivir en una nueva era”. “Por suerte el continente está despertando, rugiendo y gritando, viva la libertad carajo”, concluyó.
