POR ERNESTO CIRILLO
El día del “BASTÓN BLANCO” se celebra en todo el mundo. Seguramente en algún lugar del planeta usted se habrá cruzado con algún ciego, cieguito, no vidente, invidente o como usted lo quiera llamar.
El uso del bastón para nosotros es como usar ojitos o un implemento para resguardarnos de algún imprevisto pero con el uso apropiado después de una rehabilitación.
Uno desea en la vida no llegar a usar estos implementos ya que para muchas personas con problemas visuales el tener un bastón blanco o verde es anti estético o molesto o da algo de vergüenza pero nos salva de muchas complicaciones en la vía pública y lo más importante nos da independencia algo muy importante en la vida.
Como todo el bastón blanco tiene una historia y su creación maravillosa.
Los Comunicadores Argentinos No Videntes realizamos un homenaje a su creador y a todos los que usamos este bendito implemento porque sin ellos nos faltaría un pedazo de cuerpo.
Si alguna vez se cruza con este bastón blanco no lo ignore ni lo desprecie sino agradezca a la vida por su creación que pese al tiempo que pase y con los avances tecnológicos siempre será una parte del cuerpo que no se puede reemplazar o si, que se yo por ahora para los ciegos es nuestro lazarillo o nuestro guía o nuestro GPS.
La historia del Bastón Blanco
Se dice que el invento tiene sus orígenes en tierras argentinas. Según historiadores y datos recolectados de los familiares cercanos de José Mario Falliotico, político e inventor santafecino, la peculiar idea surgió un 22 de junio de 1931 en Buenos Aires. José se encontraba en la inserción de la calle Rivadavia y Medrano cuando visualizó a un peatón desconcertado al tratar de cruzar, claramente luego de unos minutos, se percató de que se trataba de una persona no vidente. Luego de auxiliarlo y al volver a su hogar, se preguntó cuál podría ser la posible solución para poder identificar a personas ciegas y así, lograr auxiliarlas en el cruce de calles de manera más rápida. Fue entonces que se le ocurrió la brillante idea de identificación mediante un clásico palo blanco.
Pero como en ocurre en el mundo de los inventores, los orígenes de la idea suelen ser motivo de controversia. Otras fuentes informan que en 1921, el fotógrafo inglés ciego James Biggs fue el primero en utilizar está técnica. Pero el argentino Falliotico y el británico Biggs tuvieron un reconocimiento moral ya que el bastón fue patentado por George A. Benham, presidente del Club de Leones de Illinois, en Estado Unidos.
De esta manera nace este particular mecanismo que en la actualidad, asiste a miles de personas con visión reducida y ceguera total. Pero como toda innovación, sus mejoras son abismales, tanto en materia de tecnología como en adaptación del mecanismo según los usos de cada persona.