Por Ernesto Cirillo
En nuestro país cada vez es más preocupante la cantidad de delitos que se cometen diariamente por menores de edad que en la mayoría de los casos quedan impunes.
El mapa del delito tiene sus caras diferentes en cada territorio en algunos casos más preocupantes que otros pero con el mismo perfil y ninguna condena por el delito cometido.
en nuestro país hemos tenido diferentes pensamientos filosóficos sobre la tematica, discusiones políticas donde en la tarima electoral se dicen muchas cosas pero cuando se gobierna se hace otra.
Hoy escuchaba las declaraciones del Ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires criticando el código penal que es vetusto y fuera de órbita en la Argentina que vivimos.
La gran mayoría de los delitos son por menores de edad quedando impunes y con familias destruidas sin consuelo porque ese menor asesino sigue en muchos casos viviendo en el mismo lugar y siguiendo con los delitos sin importarle las consecuencias a veces impulsado por las drogas y otras por el mandamas que lo dirige.
El Narco es el mayor captador de estos menores, en muchos casos como soldaditos para la causa y menores que salen a delinquir vestidos de motochorros o como vengan para hacerse de un dinero.
En los países más desarrollados y con democracias mucho más avanzadas que nosotros la edad no es un problema ya que el niño que comete delito tiene que pagarlo en instituciones adecuadas hasta el paso al penal en su mayoría de edad.
Aquí no tenemos esas instituciones rehabilitadoras ni penales adecuados para su traslado ante la mayoría de edad.
En esta Argentina que vivimos del dólar y las tasas altas para la timba financiera, nos olvidamos de tantas familias destruidas por tantos enajenados que sabiendo que son menores de edad tiene carta blanca para hacer lo que quieran.
Para los legisladores es el momento de discutir seriamente la baja de edad para parar tanta locura, de sacarle esa carta blanca para matar con total impunidad y pensar de una vez por todas en la gente buena que vive en este país esperando algunas vez que la clase política piense en serio como un país con madurez democrática, que todos podamos vivir dignamente y en paz