Por Ezequiel Palacio
Antes de tocar en Niceto, el 26 de abril, Hernán Coronel, líder y cantante de Mala Fama, nos recibió en su casa. Habló sobre feminismo, Andrés Calamaro, la muerte y su visión de la realidad: “Tuvimos un accidente y nos vamos a recuperar cuando termine este 2019 inmundo”.
Agencia Paco Urondo: ¿Quién es Hernán Coronel?
Hernán Coronel: Hernán es alguien muy sensible, sencillo, normal, que es feliz alegrando a los demás. También soy otras cosas: cantante de un grupo flashero, copado; soy padre y abuelo. También soy amiguero y también soy basura. Pero en realidad, si tengo que decir quién soy, a mí me gusta alegrar a la gente y así ser feliz.
APU: ¿Cómo llegaste a la música?
H. C.: Seguramente hay registro de eso. Apenas la escuché por primera vez, mis pequeños recuerdos de la música son de cuando era muy chiquitito, escuchaba música en cualquier lado y me acercaba, memorizaba las letras y después con el tiempo inventaba letras yo, me nacía en joda. Es como que nacimos juntos con la música. O ella me eligió a mí o yo a ella después, no lo sé.
APU: ¿Estudiaste música?
H. C.: Más o menos. Un par de veces lo intenté, pero siempre me sentí más cómodo con los métodos naturales, que eran practicar y prestar atención. Básicamente crear, que es más que nada la intuición que sale del músico, dedicándole el tiempo y la emoción.
APU: Cuando Mala Fama “llega” y se convierte en una banda masiva,¿qué te pasa a vos con eso?
H. C.: Yo doy las gracias. Creo que por suerte, por mi naturaleza, o capaz que es un método que tiene mi ser –trato de no querer ser consciente de que soy famoso o conocido– lo disfruto por los demás. Me da alegría que se alegren con solo abrazarme o sacarse una foto. Me alegra tener esa herramienta de ser feliz tan fácilmente. Siempre me siento muy natural y, al contrario, a veces me siento menos por lo que soy. Obvio que hay momentos en los que sí me pasan otras cosas, pero en general no me siento ni famoso ni conocido, y no quiero sentirme así.
APU: ¿Qué otras cosas pasan?
H. C.: De todo. Depende también del ámbito en el que estamos: si estamos cantando o no, si estamos grabando, si estamos con gente o sin gente. Me parece muy amplio, toda la gente tiene distintos pareceres y todo es flashero con Mala Fama.
APU: ¿Qué te pasa cuando la gente critica tus letras o tus videos?
H. C.: Soy muy inmune a las críticas porque lo que hago lo hago con amor y con tinta genuina, que es lo que me nace. También con otras cosas más, somos todos humanos y sentimos cosas lindas y feas. Sé que lo mío está hecho con buena intención, que no abuso de nada y no hago canciones de otros y todas esas cosas, por eso no me molestan las críticas. Aparte, tampoco escuché a mucha gente que me critique. Por ahí, en las redes sociales de vez en cuando aparece algún comentario diciendo cosas feas pero siempre va a haber eso. Igual no me pongo a leer esas cosas feas.
APU: Claro, te mantenés al margen.
H. C.: A veces sí, pero a veces sin querer piso el palito y tengo comentarios cuando se meten con algo personal que no tiene nada que ver. El otro día Javier Calamaro me manda un video que habíamos hecho acá en casa; Andrés también me mandó un par de videos, y lo subí al Instagram y aparecieron algunos giles diciendo: “Eh, tas re duro Javier, ta ta ta”, y vos ves el video y estábamos acá, re natural, en la nuestra, charlando, tomando gaseosa, re buenitos. Es increíble que la gente sea tan maliciosa y diga esas giladas, ¿qué tiene que ver?
A mí también me dicen toda esas giladas: “Hernán vo´eta más duro” (hace gestos abriendo los ojos como petrificado), y jamás en mi vida subí a un escenario drogado ni ando en ningún lado drogado. La gente es maliciosa, le gusta criticar, fijarse en vos, pero es parte de la vida, no podemos pretender que todos sean totalmente centrados.
A mí me pasa algo singular con esta doble moral argenta que vemos en muchos aspectos: la diversión en boliches, fiestas, lo que sea, está regida por la cumbia. Entonces es contradictorio el comentario de “la cumbia es una mierda” pero después la bailamos en cada reunión donde hay joda.
APU: ¿Cómo recibís esa concepción de la cumbia?
H. C.: Son varios procesos, cada diez años comienza una nueva vida y las generaciones van pensando distinto. Obviamente que ahora está mucho más masiva que antes, pero yo qué sé, es normal.
A muchos no nos gustan otros estilos de música. A mí lo que no me gusta es el reggaetón, por ejemplo. Es el único estilo de música que no me gusta por la base violenta que tiene y porque las letras están sexualizadas todo el tiempo. Obvio que sé reconocer que existe un gran artista o una buena producción de reggaetón, aunque no me pasa. Tampoco me voy a poner a bajar línea contra ellos. Pero no me gustan los ritmos violentos que tienen. A veces llego a los boliches a cantar y están con eso del reggaetón y parecen todos loquitos. Te ahoga la cabeza, después te dan una jarra loca y quedan todos tirados en la puerta.
APU: Hay gente que habla de tu obra como “el chabón que le canta a la sustancia”. ¿Qué pensás de esto?
H. C.: En realidad, la palabra sustancia no solo significa droga y no es solo por la droga. La sustancia es la esencia de muchas cosas, es la esencia de todo lo que vemos. Para que se haga el cemento le tenes que agregar agua y ahí tenes sustancia. Pero después yo canto muchas otras canciones que no tienen nada que ver con la sustancia tal como la piensan muchos.
También es normal que existan los estimulantes. En mis actividades, por ejemplo, solo tomo cerveza con un poquito de coquilla, porque me cuido. Después, cada cual hace de la sustancia lo que puede. Sustancias hay muchas: sustancia alimenticia o sustancia de lo que vos quieras. Mala Fama no hace apología de las drogas. Yo no le canto a la cocaína. Si hablo, lo hago como ejemplo de terceros o historias ajenas, como la canción que le hice al “Gorro Basura”, historias que uno ve en la calle, en los barrios.
APU: ¿Cuáles son los referentes musicales de Hernán Coronel?
H. C.: El referente máximo de casi toda mi vida es Andrés Calamaro. Como yo soy cantautor, para mí él es luz musical. Después hay muchísimos. Me la pasé escuchando The Police, U2, un poco de todo.
Cumbia no había casi nada en esos tiempos cuando era cachorro. Estaban Los Wawanco, Los Palmeras y pará de contar. Después salió la camada de Lía Crucet, Pocho La Pantera, Ricky Maravilla. ¿Quedan Lía Crucet y Alcides nomás, ¿no? y La Bomba, con esa pollera amarilla (se refiere a Gladys, La Bomba Tucumana).
APU: ¿Lo llegaste a conocer a Rodrigo?
H. C.: Estuve cerca, pero como ya lo estaban cargoseando mucho, no lo quise cargosear yo tampoco. Justo hasta hace un rato antes que llegaran ustedes, Paqueros Uronderos (risas), estábamos hablando de Rodrigo con el amiguero Nachou. ¡Qué artistazo! Nos estamos lamentando los dizcazos que podría haber grabado si seguía vivo.
APU: Un artista con una energía potente, única.
H. C.: Pensar que podríamos haber hecho cosas juntos si lo hubiésemos conocido. Con quien sí tuvimos un par de “grillos” re copados fue con Walter Olmos. Hablando de los que ya no están: también con el Chino de La Nueva Luna tuvimos lindas aventuras. Con Leo Mattioli tuve un par de aventuras que me hacen doler el corazón.
APU: Contanos alguna aventura con Leo Mattioli.
H. C.: Cuando nos cruzábamos el chabón quería que me quede con él. Cantabamos juntos en el escenario, en la camioneta, donde pintara. Por ahí le pintaba invitar a Mala Fama a irnos a Mar del Plata. “Venite conmigo, venite conmigo”, me manijeaba. Así de loco nomás.
Una vez fui con el Tano Nantes, y como había tanto embrollo (risas), para facilitar las cosas le dijeron a Mattioli que el Tano Nantes era mi papá. El Tano estaba siempre “re tanque lleno de wisconti” y lo empezó a cargosear a Leo Mattioli, a hacerle chistes, a joderlo y después cada vez que Leo me veía me decía: “¿Che, Mala Fama, y tu papá, dónde está? ¿No trajiste a tu papá?” Y mi papá estaba ahí con cara de “yo nunca estuve con Leo Mattioli ¿en qué me estás metiendo, guacho? ¿Hijo de puta, estas haciéndote aparecer con papá falso?” (risas).
Una vez nos dimos la mano tan fuerte con Leo Mattioli que el anillote que tenía en el dedo le salió volando; imaginate la cara, ese anillo era más caro que la mierda. Después de eso se hizo poner la cadena que le cruzaba la mano hasta la muñeca para no perderlo…
Una historia de 20 años
APU: ¿Cuántos años tiene ya Mala Fama?
H. C.: Tendrá 22, más o menos. El grupo lo armé en el 98, ponele. El primer disco salió en el 2000.
APU: ¿Y cómo nace Mala Fama? ¿Con qué idea?
H. C.: El tema es que nos hacían mala fama y era puro prejuicio ¿entendes? Porque éramos pendejos buenos que jugábamos a la pelota en la calle hasta la noche. Después, más grandecitos, era fulbito y después birrín en la esquina, y ahí ya empezamos a ser mala fama porque estábamos en una cuadra de gente grande. Un día, discerniendo con un par de vagos, los primeros integrantes de Mala Fama, que querían ponerle un nombre medio raro… Y a mí, pensando, se me ocurrió “Mala Fama” y arriba la vagancia.
APU: ¿Vos componés?
H. C.: Si, las letras son cien por ciento mías.
APU: ¿Cuáles son las cosas que te motivan a escribir una letra?
H. C.: Todo. Lo que veo en la “lleca”. Pero te puedo decir cosas que no me motivan. Abusar de cualquier cosa. No cantarle a la droga por cantar o incentivar a la gente a hacer cosas que no dan. Y menos denigrando a la mujer, eso no lo haría jamás. Por ahí tengo un par de letras medias zarpaditas que son viejas y tienen boludeces que son éxitos de la gente y eso me contradice un poco. Después, no cantaría cosas cursis como “sin vos no puedo vivir” o abusar de la rima… esas cosas.
APU: En tu casa, lo primero que vimos al entrar son los instrumentos de la banda en el piso, la máquina de casino y el pañuelo verde, y todo eso habla un poco de vos. ¿Cómo transita Mala Fama este movimiento feminista que está revolucionando la realidad?
H. C.: Alegremente, sin mucho lio. Ayer les estaba diciendo a las chicas que “el ser vivo con mayor capacidad de amar es la mujer”.
Me recontra alegra que se empiece a nivelar la balanza. Que las mujeres dejen de estar oprimidas por las ratas de los tipos, que son los que hacen el 90 por ciento de las maldades del mundo. Y bueno, bienvenido sea, y cada vez va a ser mejor. Para todos. Porque si la mujer tiene cada vez más lugar esto va a ser más lindo. Las mujeres son mejores que los hombres.
APU: Venís de Rosario, donde tocaste anoche ¿Cómo fue la experiencia?
H. C.: Cantamos en un lugar muy significativo: la Universidad de Ciencias Políticas de Rosario, con mucha gente copada, con mucha gente que está trabajando ayudando al prójimo. Muy ligados a la solidaridad, sin banderas políticas. Ahí fue Mala Fama para agitar el avispero. Suelo tocar gratis cada vez que puedo. Es más, a esa misma gente de Rosario les prometí un show a beneficio, anotalo (le dice a Nacho, su Personal Manager).
Toda cumbia es política
APU: ¿Cómo ves el día a día de la gente que te va a ver con respecto a la realidad política que estamos viviendo?
H. C.: Es muy sencillo. Casi todos estamos viviendo lo mismo. Estamos para atrás. Hay muchas maneras de definir lo que está pasando, muchas cosas que se podrían decir, pero yo te lo podría resumir diciendo que estamos en un accidente y que nos vamos a recuperar cuando termine este 2019 inmundo. Los argentinos chocamos y quedamos todos rotos. Chocamos contra los que están ahora. Contra el supuesto cambio que le faltó ponerle “cambio para peor”, nomás. Nos comieron una frase, yo obviamente no los voté, pero qué va a ser m’ijo.
APU: ¿Te incomoda hablar de política?
H. C.: Y… más o menos. No me gusta mucho querer sentar opinión o cosas así. Jamás me gustaría ser de esos que se ponen críticos y esas cosas. Pero también soy efusivo y amoroso. Y me pongo furioso cuando pasan estas cosas que están pasando. Me gusta discutir con los giles… para decirles lo giles que son con lo que dicen.
¿Sabes qué me interesa mucho de la política? Que la han hecho tan complicada, le dieron tantas vueltas a la manera de llevar adelante un país. A veces se me ocurren métodos tan sencillos para solucionar estas cosas horribles que pasan. Si es fácil darse cuenta que solo hay que solucionar lo que está mal y listo, ser equitativo. No podes pensar que todos son argentinos cuando allá están sufriendo y vos acá pasándola bien; andá, boludo, es como si fuera un jefe de familia, no podes darle más a un hijo y al otro no.
APU: ¿Te buscaron alguna vez para participar en política?
H. C.: (Silencio) Creo que no. Alguna vez me han dicho, sí, pero no lo haría. Me gustaría ayudar. Es obvio que la política es la forma más masiva para ayudar a la gente. ¿Pero tener un cargo? mmm, creo que no. Pensándolo bien por ahí podría ser, pero ad honorem.
APU: ¿Qué te pasa a vos con las figuras de kirchnerismo o el macrismo?
H. C.: Yo no creo tanto en un nombre que abarque tanta gente. Te puedo decir que los que somos bien pensados no creemos en cosas así. Te puedo decir que un par de veces lo escuché hablar a Néstor Kirchner, sentí que el chabón decía las cosas muy naturales. No lo veía como al resto de las sanguijuelas que se ponen a leer los discursos y cosas así. Lo vi muy natural. Y después cuando ganó, yo no le tenía fe ni a palos. Me parecía el hermano de Binner (Hermes Binner), y después el chabón hizo que la gente esté mejor y lo notaba en la gente humilde que tengo a mi alrededor o en mi familia incluso. Después pasó lo mismo con Cristina, ¿viste? que siguió ayudando a la gente humilde. Y siguió con esa política social localizada, y nada más, después no es que idolatro tanto a la gente. Pero es obvio que esas dos personas, esos dos presidentes, se cultivaron durante toda su vida para serlo. Toda la vida se instruyeron para mejorar al país. Después lo que hacen los demás estuvo siempre a la vista. Lo hizo Menem, lo hizo De la Rúa, lo que están haciendo ahora. Yo, desde que nací, los únicos presidentes que tuve, buenos, que ayudaron a la gente son ellos dos, Néstor y Cristina.
APU: Vi un video donde le decías a la gente en tu show que estudiara.
H. C.: Y sí, loco. No hay beneficios sin pequeños sacrificios. Si tenes que producir o generar algo, obviamente no tenés que ser rata y andar cagando a los demás, por eso tenés que estudiar. Todo llega con el sacrificio del estudio. Yo estudié hasta que ya no quise más. Y cuando pasó eso llegó Mala Fama. Pero estudien, sean mejores que nosotros.
APU: ¿Cómo ves el rock actual?
H. C.: Al rock actual yo lo veo desactualizado, no está en su mejor momento. Hay mucho que no llega a ser copado. El que siempre está volviendo ya sabes quién es. El hijo de mil… de Andrés Calamaro, que siempre vuelve. Me dio tantas alegrías, más vale que lo quiero. Obviamente que lo amo a Cerati, con su obra maravillosa. Al Indio Solari, más vale… al Flaco (Luis Alberto Spinetta).
Sabés que Charly (García) nunca me gustó mucho. Más pantomima que música. Tiene un montón de canciones que son re copadas pero no me llega, no sé qué onda. Son artistas del carajo, igual que Fito Páez. Pero no me llegaron. Después, rock nacional no hay mucho. Ciro y Los Persas la están agitando bastante lindo, pero no es el rock de antes. Me gusta mucho la onda de Hermética. En mi biblioteca tengo mucho de Hermética.
APU: Hace un rato hablábamos de Rodrigo, y sobre todo de la cumbia, porque al rockero no le pasa esto de tener cuatro o cinco shows por noche. ¿A vos te pasa eso o elegiste hacer shows específicos?
H. C.: Tranquilamente, si uno de los involucrados en el entorno de Rodrigo no hubiese tenido ambición, Rodrigo no estaría muerto. ¿Por un solo show, en La Plata? ¿Un artista como él? no lo dejo ir ni en pedo. Igual, después de saberlo, es re fácil opinar, pero si yo hubiese estado a cargo de la estabilidad y seguridad de Rodrigo no lo dejo ir. De todos modos, a los que estamos en el ambiente de la música nos hace mal cuando no cumplimos con la gente. Tratamos siempre de no fallar. Porque la gente va, se movió hasta allá, te van a ver y a escuchar y vos fallas, eso no se hace.
APU: ¿Mala Fama es un sello independiente?
H. C.: Así es, no trabajamos con discográficas. Tenemos nuestro propio sello, nuestro estudio. Hacemos las canciones, las grabamos y distribuimos nosotros. Mala Fama hace música “malafamera”. Hacemos la nuestra.
APU: ¿Cuál es el público de Mala Fama?
H. C.: La gente humilde promedio. No humildes como personas, porque tienen mucho. No tienen lo que tengo yo o vos u otros, tienen pocas cosas materiales pero son felices. Se ayudan entre ellos, les gusta mucho compartir, festejar. En otros ámbitos eso no pasa, yo no lo veo. Son peronistas, ponele.
APU: ¿Mala Fama es peronista?
H. C.: En general sí, el General sí.
Ella era peronista
Y él un pobre radical
Que votó para el cambio
Y acá se quiere matar.
Las maneras es lo que me gusta, después las personas… bueh, qué sé yo.
APU: ¿Sos de leer?
H. C.: Más o menos… antes leía mucho. Después, cuando tuve ideas propias, ya no. Andrés Calamaro me mandó su libro, en los viajes lo estoy leyendo (se refiere a Días Distintos, Trilogía de fin de siglo)
APU: ¿Te arrepentís de cosas de tu vida?
H. C.: Por mi naturaleza, soy muy de hacer poco repaso de mi vida. No hice cosas malas, graves. Por ahí me arrepiento de dormir mucho y no estar con la gente que me necesita. Como mis hijas, mi familia. Con la gente que amo. Estoy muy dividido entre la gente a la que le doy cariño, no es tan fácil.
APU: Para cerrar, si querés decir un mensaje especifico, al que lea… lo que pinte.
H. C.: Diría que los que se murieron hoy, ayer no sabían que se iban a morir. Y los boludos estaban como unos giles tratando de quedar bien acá o allá, anda a saber, así que hay que vivirla para saber. Y denle amor a la gente que tienen al lado. Después el amor va a volver solo. No se preocupen por la vida porque vamos a morir una sola vez.
Mala Fama #AgitandouElAvisperou
Mala Fama se presentará el viernes 26 de abril, a las 20.30 h en Niceto Club (Niceto Vega 5510, Palermo, CABA).