Advierten que en 2019 el 30% de las personas con VIH dejarán de recibir la medicación

Por el ajuste macrista, la Dirección Nacional de Sida tendrá el año que viene un presupuesto 40% inferior al de 2018. Esta semana, renunció el tercer director en tres años.

Así lo aseguró la fundación Grupo Efecto Positivo (GEP), especializada en salud pública. Ocurre que el ajuste programado por el Gobierno de Mauricio Macri reducirá para 2019 el presupuesto destinado a la compra de medicamentos para las personas con VIH, hepatitis, tuberculosis y ETS.

Así las cosas, la Dirección de Sida tendrá un presupuesto en 2019 de 2400 millones de pesos, menor que el de este año en términos nominales. En términos reales, el ajuste será superior al 40% que se estima será la inflación anual. Gravísimo.

“Menos presupuesto que este año, con un dólar dos veces más caro y una inflación del 42%. El presupuesto de la DNSyETS pasará de 120 millones a 60 millones de dólares. Teniendo en cuenta que la mayoría de los medicamentos se compran a transnacionales y se pagan en dólares, esto significará que al menos el 30% de las personas con VIH no podrán acceder a sus tratamientos”, describió la fundación GEP.

“El achicamiento del Ministerio de Salud no sólo tendrá consecuencias nefastas para todas las personas que acceden a la salud en Argentina, sino que también tendrá consecuencias a nivel regional. La epidemia de VIH-SIDA es una lucha mundial. Si se desarticula el financiamiento en Argentina, todo el mundo sufrirá las consecuencias”, describió Lorena Di Giano, directora ejecutiva de Fundación GEP. Según cálculos de la ONG, hay en Argentina alrededor de 50 mil adultos y niños que dependen del servicio público de salud para conseguir los medicamentos (para el VIH, la hepatitis, la tuberculosis y ETS).

En ese contexto, se explica la renuncia de Sergio Maulen, como responsable de la Dirección Nacional de SIDA y ETS. Su área perdió recursos clave para su gestión. Sergio Maulen es el tercer Director de Sida que renuncia durante la gestión de Cambiemos y los motivos de las renuncias son siempre por las reducciones de presupuesto y la falta de concreción de las compras de medicamentos. “A fines del 2016 y principios del 2018 se produjeron faltantes de tratamientos, algo que no ocurría desde el 2001”, dijo por su parte José María Di Bello, Secretario de Fundación GEP.

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