Buscado por más de un año, Fabrício Queiroz, exasesor del senador Flávio Bolsonaro, fue detenido en la casa del abogado del presidente. Queiroz está acusado de lavado de dinero y vínculo con las milicias de Río de Janeiro.
Por Santiago Gómez
Desde San Pablo
La policía civil de San Pablo detuvo el 18 de este mes a Fabrício Queiroz , exasesor del senador Flávio Bolsonaro cuando era diputado provincial de Rio de Janeiro. Está acusado de sacarle dinero a los empleados del gabinete y es investigado por lavado de dinero. Según el portal The Intercept, en base a documentos del Ministerio Público de Rio de Janeiro a los que tuvo acceso, con ese dinero Flávio Bolsonaro financió la construcción ilegal de edificios junto con la milicia local. Queiroz fue detenido en una propiedad de Frederick Wassef, abogado del presidente Jair Mesias Bolsonaro y su hijo Flávio. Wassef también era abogado de un Adriano de Nóbrega, también ligado a los Bolsonaros y que asesinaron en febrero durante un operativo policial para detenerlo.
Fabrício Queiroz es un expolicía militar de Río de Janeiro de extrema confianza de la familia presidencial, cuyo nombre se hizo famoso antes de que el presidente Jair Mesias Bolsonaro asuma la presidencia. En octubre de 2018 el Consejo de Control de Actividades Finacieras (COAF) identificó movimientos irregulares en cuentas de asesores parlamentarios, entre ellos Queiroz. La cuenta de Queiroz tuvo transacciones por R$ 1,2 millones en el período de un año, entre ellas un cheque de R$ 24.000 para Michelle Bolsonaro, esposa del presidente. El COAF identificó depósitos en efectivo en la cuenta de Queiroz en las fechas en que los empleados legislativos recibían su salario. El volumen de dinero que circuló por la cuenta de Queiroz no coincide con el sueldo de R$ 8.517 que tenía en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro. También se probó que Queiroz pagaba en efectivo la escuela de las hijas de Flávio Bolsonaro.
Tanto Fabricio Querioz como su hija Nathália trabajaban en el gabinete del entonces diputado provincial y hoy senador nacional Flávio Bolsonaro y ambos pidieron la renuncia el mismo día, tras hacerse pública la investigación judicial por presunto lavado de dinero. La justicia investiga un supuesto esquema a través del cual Queiroz le pedía un porcentaje del sueldo a los empleados del gabinete de Flávio Bolsonaro. Según informó el portal The Intercept, en base a documentos sigilosos del Ministerio Público a los cuales tuvo acceso, ese dinero se utilizó para la construcción ilegal de edificios en asociación con las milicias locales.
Según la investigación publicada por Sérgio Ramalho, de The Intercept, Queiroz retenía cerca del 40% del salario de los empleados del gabinete de Flávio Bolsonaro y los transfería a Adriano de Nóbrega, excapitán del BOPE, la brigada de operaciones especiales que hizo famosa internacionalmente la película Tropa de Elite, y con ese dinero se constituyeron constructoras con testaferros de los Bolsonaros en Río de Janeiro. De Nóbrega también hizo parte del proceso de investigación por el asesinato de la concejal Marielle Franco, tenía como abogado a Wassef, el mismo abogado de los Bolsonaros propietario de la casa donde encontraron a Queiroz. De Nóbrega fue asesinado en febrero pasado en Bahia durante un operativo en el que la policía fue a detenerlo luego de encontrarse durante más de un año prófugo.
Antes de asumir la presidencia y cuando el caso de Queiroz se tornó público, al ser consultado Jair Mesias Bolsonaro por los R$ 24 mil que recibió su esposa de parte del exasesor de su hijo, el presidente respondió que se debía a un préstamo de R$ 40 mil que le había dado a quien trabajó con Flávio Bolsonaro por más de diez años. En diciembre de 2019, durante una conferencia de prensa, un periodista de O Globo le preguntó a Bolsonaro si tenía un comprobante del préstamo y el presidente le respondió “Preguntale a tu mamá el comprobante que le dio a tu papá”. El caso Queiroz puede probar el esquema de corrupción y el vínculo que los Bolsonaro tienen con la milicia de Rio de Janeiro y el asesinato de Marielle Franco.
Detenido después de la salida de Moro
En la conferencia de prensa en la que el exministro de justicia Sérgio Moro anunció su renuncia, el día 24 de abril, justificó la decisión en la voluntad del presidente de interferir en la designación del delegado de la Policía Federal de Río de Janeiro, institución responsable de las investigaciones criminales en la que están involucrados sus hijos. Al otro día Bolsonaro dio una declaración a la prensa acompañado de todo su gabinete en la que negó haber querido intervenir en la PF de Rio, aunque señaló que como presidente tenía la potestad legal para hacerlo. Tras las declaraciones de Moro el Supremo Tribunal Federal abrió una investigación y el exministro se presentó a declarar el 2 de mayo en la Policía Federal de Curitiba, donde actuó como juez, y manifestó que había registro audiovisual de una reunión del día 22 de abril, dos días antes de la salida de Moro, en la que Bolsonaro expresó que intervendría en la designación del responsable de la policía federal de Río de Janeiro.
El Supremo Tribunal Federal ordenó la difusión del video de la reunión, el cual según Bolsonaro estaba calificado como secreto, y en el mismo se puede escuchar a Bolsonaro decir que interferiría en la designación del delegado de la Policía Federal de Río de Janeiro porque no dejaría “que jodan a sus familiares y amigos” y que si para eso debía sacar al ministro de justicia lo haría. El ministro renunció y Queiroz que llevaba más de un año escondido en la casa del abogado del presidente fue detenido.
La detención del excolaborador del senador Flávio Bolsonaro fue realizada por la Policía Cívil de la provincia de San Pablo. Es pública la pelea entre el gobernador João Dória y el presidente, desde que el primero decidió decretar la cuarentena y cierre de comercios, aunque el pasado 18 autorizó la la reapertura de los mismos. Queiroz se encontraba escondido hace más de un año en la ciudad de Atibaia, según informaron los caseros de la propiedad a la policía. En una entrevista que Wasseff, el abogado presidencial, brindó a Globonews en septiembre pasado declaró que no sabía dónde se encontraba Queiroz porque no era su abogado.
Nerviosismo presidencial
Tras la detención de Queiroz el presidente realizó declaraciones en vivo a través de las redes sociales, en la que se lo pudo ver muy alterado y con sus facciones claramente afectadas por la tensión. Bolsonaro comenzó diciendo que no era abogado de Queiroz para luego defenderlo afirmando que no estaba fugitivo, a pesar de que no se presentaba a la justicia a declarar y su paradero era una incógnita nacional. Bolsonaro cuestionó que se haya realizado una detención “espectaculosa”. Explicó que Queiroz se encontraba en San Pablo por cuestiones de salud, ya que habría sido operado en diciembre de 2018, después de la denuncia, en el Hospital Albert Einstein, uno de los más prestigiosos de la ciudad y donde también fue internado Bolsonaro después del supuesto cuchillazo. Queiroz con un sueldo que no llegaba a los R$9 mil pagó por la internación $163 mil en efectivo.
La familia presidencial señala que la detención de Queiroz no se trata más que de una operación para afectar a su padre. Lo cierto es que los Bolsonaro tienen muchas razones para preocuparse, así como Queiroz después de lo que le sucedió a de Nóbrega.