El hallazgo, publicado en la revista Alcheringa: An Australasian Journal of Palaeontology, detalló que el equipo encontró huesos fosilizados de un pingüino “monstruo” que nadó en los océanos hace aproximadamente 60 millones de años. Se cree que la especie tenía una altura de 1.60 m y pesaba hasta 80 kilos
Científicos de Nueva Zelanda dijeron el miércoles que han encontrado huesos fosilizados de un pingüino extinto del tamaño de un ser humano adulto actual y que nadó en los océanos hace unos 60 millones de años.
Dijeron que se cree que la especie no descubierta anteriormente tenía una altura de 1,6 metros (5 pies 2 pulgadas) y pesaba hasta 80 kilogramos (176 libras). Se cree que fue una de varias especies de pingüinos gigantes que prosperaron poco después de que se extinguieron los dinosaurios.
Los hallazgos fueron publicados esta semana en la revista “Alcheringa: An Australasian Journal of Palaeontology”.
Los pingüinos monstruosos, llamados Crossvallia waiparensis, habrían tenido aproximadamente el doble de peso que el tipo más grande de pingüinos vivos hoy en día, los pingüinos emperador. También habrían sido 30 centímetros (1 pie) más altos.
Paul Scofield, coautor del artículo y curador principal del Museo de Canterbury, dijo que la extinción de los dinosaurios, los reptiles marinos y los peces gigantescos, parece haber sido una oportunidad evolutiva para que los pingüinos prosperaran y crecieran en tamaño.
“Los océanos estaban a punto debido a la falta de megadepredadores”, dijo Scofield. “Parece que lo que estaba ocurriendo es que los pingüinos estaban empezando a explotar ese nicho”.
Sin embargo, dijo que los pingüinos gigantes se extinguieron en 30 millones de años a medida que los grandes mamíferos marinos comenzaron a dominar las aguas.
Los huesos fosilizados del pingüino gigante, que correspondieron a sus patas y pies, fueron encontrados hace unos 18 meses por un aficionado, Leigh Love, en el lecho del río Waipara, cerca de la ciudad de Christchurch.
Love dijo que su pasión por recoger fósiles comenzó hace unos 14 años después de que el síndrome de fatiga crónica le impidiera trabajar durante varios años. El anuncio de los científicos “me inspira a salir a buscar más”, afirmó.