El virus COVID-19 afecta de la misma manera a embarazadas que a la población en general. La transmisión de este virus de madre a hijo o hija se produce, la mayoría de las veces, en el post parto. No está contraindicada la lactancia de mamás infectadas.
El contagio en embarazadas no difiere del resto de la población general en cuanto a su forma de adquisición, de transmisión y de gravedad. En general los cuadros clínicos son los mismos, y aunque existe riesgo de transmitir la infección al recién nacido, en la mayoría de los casos se produce en el periodo post natal.
“Es raro que suceda por transmisión congénita intrauterina”, indicó Griselda Berberian, infectóloga del servicio de Epidemiología e Infectología del Hospital Garrahan, y agregó: “la transmisión de COVID-19 de madre a hijo o hija se produce, ya sea a través del contacto con la madre infectada, por alguien del entorno o bien a través de las superficies o algún elemento contaminado”.
Griselda Berberian
Algunos estudios muestran que un 15% de los niños con madres que tengan el virus se van a infectar. Los pacientes neonatales tienen una amplia diversidad de síntomas, pero en general son leves.
El COVID-19 no se transmite a través de la leche materna, y aunque existen estudios que demostraron la presencia del virus, no se sabe qué valor infectivo tiene y por eso no está contraindicada la lactancia en los hijos de mamás con esta infección.
Para prevenir la enfermedad hay que conocer los medios de contagio:
Es un virus que se transmite de persona a persona a través de las vías respiratoria por las gotas de saliva que se despiden al hablar, cantar, toser o estornudar. Y por contacto directo con la superficie contaminada con esas gotas.
Las medidas de prevención son la higiene de manos, con agua y jabón o con alcohol en gel, el aislamiento social para evitar el contacto con la gente, estar a una distancia de 2 metros y con barbijo o tapaboca, y la limpieza de las superficies que puedan haber tenido contacto con las secreciones.