En los últimos tiempos, Argentina ha experimentado un preocupante aumento en los casos de Accidente Cerebrovascular (ACV), una condición médica que afecta a un creciente número de personas en diversas franjas etarias. Este fenómeno plantea desafíos significativos para el sistema de salud y destaca la necesidad de implementar estrategias efectivas de prevención y tratamiento.
A escala nacional, según estudios estadísticos en poblaciones puntuales, ocurren aproximadamente 120.000 casos anuales, los cuales representan 40.000 muertes y 40.000 nuevas personas con discapacidad cada año. En concordancia con la tendencia global, en la Argentina el ACV también constituye la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad. Hasta la fecha, el país no cuenta con una ley nacional para el manejo del ataque cerebrovascular. Sólo existe una normativa provincial, en Neuquén: la Ley 3.263/20, que se ocupa de organizar, planificar y financiar la atención del ACV incluyendo la prevención, el tratamiento y la rehabilitación del paciente.
El paciente que ha sufrido un ACV se centra en la rehabilitación física y cognitiva. Los programas de rehabilitación incluyen terapias físicas, ocupacionales y del habla, diseñadas para ayudar a los pacientes a recuperar funciones motoras y cognitivas perdidas. Sin embargo, la efectividad de estos tratamientos puede variar según la gravedad del ACV y la respuesta individual del paciente.
La Dra. Betina Llanes ,Directora Médica del Centro de Rehabilitación del Centro de Rehabilitación Los Pinos señala que “el 90% de los casos se relaciona con factores de riesgo modificables como la hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, ingesta de alcohol, tabaco, baja actividad física y excesos de medicamentos vendidos sin receta, entre otros. El ACV suele manifestarse con dolor de cabeza fuerte y súbito, parálisis de alguna función del cuerpo y/o dificultad para hablar o comprender, entre otros síntomas, agrega que “la mayoría de los pacientes que ingresan el Centro quedan internados entre 45 a 60 días y durante este tiempo cuentan con un tratamiento multidisciplinario que va desde en kinesiologia, fonoaudiologia, terapia ocupacional hasta acompañamiento psicológico. Los sábados y domingos se hacen programas de integración social y familiar recreativas motivando a los pacientes y familia para el regreso al hogar”
La inteligencia artificial (IA) ha emergido como un componente prometedor en el tratamiento y la rehabilitación post ACV. Plataformas y aplicaciones basadas en IA pueden personalizar los programas de rehabilitación según las necesidades específicas de cada paciente, adaptándose a su progreso y ofreciendo una atención más precisa y eficiente. La realidad virtual se ha integrado en la rehabilitación post ACV, ofreciendo entornos inmersivos que facilitan la recuperación de habilidades motoras. Los pacientes pueden realizar ejercicios en entornos virtuales que simulan actividades diarias, lo que mejora la motivación y la adherencia al tratamiento.
Dispositivos equipados con sensores y tecnología de monitoreo continuo permiten a los profesionales de la salud evaluar el progreso de los pacientes en tiempo real. Esto facilita ajustes precisos en los programas de rehabilitación y proporciona datos valiosos para mejorar la eficacia de los tratamientos. Sistemas de inteligencia artificial también se utilizan para proporcionar asistencia cognitiva personalizada. Aplicaciones y plataformas pueden adaptarse para abordar las necesidades específicas de los pacientes en términos de memoria, atención y funciones ejecutivas, mejorando así la calidad de vida después de un ACV.
El aumento de los casos de ACV en Argentina destaca la necesidad de estrategias integrales de prevención y tratamiento. La integración de la inteligencia artificial en la rehabilitación post ACV ofrece prometedores avances, permitiendo una atención más personalizada y eficiente para mejorar la recuperación de los pacientes en el país.