Por Estefanía Cendón, gentileza Agencia Paco Urondo
El fiscal de la seguridad social ha sido postulado como Defensor del Pueblo de la Nación (DPN) con amplio apoyo de organizaciones sociales y diversos sectores que luchan por garantizar la seguridad social. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO analizó el rol que debería cumplir un DPN y cómo afecta al ejercicio de la democracia la ausencia de esta figura.
AGENCIA PACO URONDO: Desde el año 2009 se encuentra vacante el cargo de Defensor del Pueblo de la Nación. ¿Cuáles son los motivos?
Gabriel De Vedia: Creo que falta un real compromiso con la Constitución Nacional porque la misma, en el artículo 86, establece la obligación de que exista y que esté materializado como cuerpo el Defensor del Pueblo. No solamente la figura de Defensor del Pueblo de la Nación (DPN), sino una estructura. Si se estuviera a la altura de las circunstancias en cuanto al mandato constitucional, y la dirigencia también lo estuviese, creo que ya tendríamos una Defensoría del Pueblo. En cuanto a la gestión anterior, la responsabilidad de que no haya DPN no hay que atribuírsela al gobierno. La Defensoría del Pueblo es un espacio de control y protección de las necesidades del pueblo, de la defensa de los Derechos Humanos cuando son violados y de muchos aspectos que hacen al quehacer de las cuestiones esenciales de la vida.
En definitiva: proteger al pueblo de la Nación Argentina, pero institucionalmente debe representar a la oposición. Si bien es cierto que para elegir al DPN se necesitan dos tercios del voto de cada cámara y debe haber consenso en todos los sectores, la obligación legal de impulsar la candidatura de un defensor del pueblo en principio no es del oficialismo, debería ser de la oposición. La oposición debe buscar un consenso para ofrecer una postulación y poder lograr dos tercios de los votos a una figura que sea como una síntesis y logre conformar a todos, incluso al oficialismo. Esto le da un carácter de legalidad también, el DPN es una figura que representa a la oposición en todo su espectro. Si la elección de DPN dependiese del impulso oficialismo, sería un funcionario del gobierno de turno.
APU: ¿Qué impacto tiene la ausencia de un Defensor del Pueblo (DP)?
GDV: En primer lugar es importante que haya un DPN. Cuando se habla del DP hay tres figuras que tienen que asumir: el DP es la figura máxima, después hay dos DP adjuntos que son defensores en temas puntuales. Estos tres cargos están acéfalos. El impacto de no cumplir la constitución y no tener un DPN es la indefensión del pueblo. La constitución es derecho condensado y consta de dos partes: la parte dogmática, que refiere a los derechos, declaraciones y garantías de las personas; la parte orgánica, que es la que organiza el poder. La segunda parte, la orgánica, fue creada para servir a los derechos tutelados en la parte dogmática. El DPN debe velar por los derechos de las personas, por los Derechos Humanos, para que haya una justa defensa de la calidad de vida: defensa del medio ambiente, derechos culturales, derechos psicológicos, derechos sociales, la dignidad de las personas. El impacto que causa es la indefensión de la persona ante la posibilidad de que el único órgano que debería representar a la oposición para defender estos intereses esté vacante, si no cumple su rol hay una asimetría. Todo lo que puede generar de negativo un pode ejecutivo en el pueblo, cualquiera sea la gestión, si no hay un contrapeso o alguien que desde un órgano nacional lo defienda provoca una asimetría muy grande.
APU: ¿Es correcto afirmar que la ausencia de un DPN debilita la democracia?
GDV: Sí. Es más débil porque la democracia es un estilo de vida que se construye día a día. La democracia es formal y material. Al no haber un DP, esa omisión acarrea la imposibilidad de que se defienda un estilo de vida o valores esenciales que la Constitución ordena y el DP protege en favor de la comunidad. Dificulta que esos derechos puedan tornarse efectivos. El DPN tiene acción judicial, puede frenar una medida con una acción colectiva y esto lo ordena la Constitución. La constitución debe verse con un criterio magisterial, de enseñanza y función pedagógica.
APU: ¿Cuándo fue creada la figura y la estructura que conlleva el DPN?
GDV: En la Convención Constituyente de 1994 se agregó la figura del DPN.
APU: Dentro del ámbito internacional se expresó a través de diversos organismos, tales como la OEA (2014), el Comité de Derechos Humanos de la ONU (2016), Amnistía Internacional (2017) y el partido chileno Poder Ciudadano (2017), la necesidad de una presencia efectiva de la figura del DPN. ¿Cómo se manifestó este reclamo a nivel nacional y quiénes han participado?
GDV: En la comisión bicameral varias organizaciones como el Centro de Planeamiento Estratégico para la Seguridad Social (CPESS), la Confederación de Jubilados Pensionados y el Centro de Estudios para la Inclusión Social (CEIS), entre otros, me postularon como DPN. Se realizaron varias presentaciones en las últimas semanas solicitando al Congreso de la Nación que se complete la comisión bicameral de la Defensoría del Pueblo. Se formó una junta promotora que postuló mi candidatura y el martes 11 de diciembre se hizo una presentación en los despachos de las autoridades de ambas cámaras (Senado Michetti y Diputados Monzo).
APU: ¿Por qué motivo no hay una conformación plena de la Comisión Bicameral de la Defensoría del Pueblo?
GDV: La Comisión Bicameral son comisiones compuestas por representantes de ambas cámaras, diputados y senadores, para controlar una realidad determinada. Una de ellas es la Comisión Bicameral de la Defensoría del Pueblo de la Nación, la que debe estar compuesta por siete senadores y siete diputados. Desde hace dos años los diputados dejaron de mandar a sus representantes, entonces la comisión está siendo representada de forma parcial sólo con senadores. Hubo presentaciones en las últimas dos semanas a todos los diputados y senadores por parte de numerosas organizaciones sociales que exigían como pueblo que se cumpla con la ley y manden a sus representantes para elegir DPN.
APU: Actualmente usted es fiscal federal de la seguridad social y fiscal subrogante en la justicia laboral. También ha sido titular de UFISES. ¿Cómo colabora la experiencia en estas áreas en caso de que se convierta en DPN?
GDV: Tanto el fiscal como el DPN tienen en común la función de velar por el interés general de la comunidad. El fiscal debe controlar la legalidad de los actos y defender los intereses generales de la comunidad en un caso concreto, el DPN debe velar por los intereses generales de la comunidad. Pero no sólo en un caso concreto, sino de manera bastante general. En el ámbito general y particular. Luego es una misma función que requiere exigencias similares: el amor al pueblo, vocación de servicio, sin la cual no se puede ser fiscal ni DPN. Los fiscales y el DPN tenemos más obligaciones que derechos.
APU: Usted es una de las personas que pronunció la inconstitucionalidad de la reforma previsional ¿Cómo ve a los jubilados a un año de la reforma jubilatoria?
GDV: Creo que el estado Argentino tiene una deuda con nuestros mayores que tiene que ver con el nivel de calidad de vida. La seguridad social se compone de varios principios, si éstos no se cumplen la seguridad social se está gestionando mal. Los principios de la seguridad social son la universalidad, ya que es para todos, y la solidaridad porque hay que diseñar las políticas de la seguridad social desde lo colectivo, nunca desde la individualidad. Otro de los principios es la inclusión, debe incluir a los que están por fuera del sistema, también debe regirse por la justicia social ya que la función de la seguridad social es la redistribución del ingreso. Esto, entre otros, son los elementos sobre los cuales se deben diseñar políticas de seguridad social. A mí me parece que hay deudas históricas no saldadas, a pesar de que durante años se hicieron muchas cosas, y que hay que hacer políticas más progresivas y no regresivas y poner mayor empeño en nuestros adultos mayores. Ellos deben poder tener derecho no sólo a la subsistencia, sino tener calidad de vida. Una de las funciones de la seguridad social es nivelar asimetrías, las desigualdades sociales. Los excluídos del sistema no se jubilan, el que trabajó como pudo y ha tenido salarios bajos si llega a tener una jubilación será mínima, aquel que tuvo la suerte de vivir en un ambiente de cierto nivel socioeconómico el capital termina siendo su jubilación, tal vez ni la necesita. El que estuvo postergado toda la vida en algún momento tiene que tener presencia el Estado e intervenir para que no se los postergue más. Hay que escuchar el grito de la calle.
APU: Entre quienes lo han postulado como DPN se encuentra la Confederación de Combatientes de Malvinas a través de su representante Rubén Rada. ¿Un Defensor del pueblo puede intervenir en el reclamo por la soberanía de Malvinas?
GDV: Sí, un DPN debería estar presente en estas cuestiones. Malvinas es una cuestión pendiente. Se debería intervenir ya que el reclamo por la soberanía es un tema nacional.
APU: ¿En qué estado se encuentran las pensiones que reciben los ex combatientes de Malvinas?
GDV: Efectué varios dictámenes solicitando que les abonen la pensión de guerra desde el año 1982 ya que el hecho que origina la pensión es que ellos combatieron en Malvinas y son héroes de Malvinas. Es como escribir algo con la mano y borrarlo con el codo: hay una legislación que los reconoce como héroes de Malvinas pero se les paga desde 1996. Hay un tema de reparación histórica que tiene un valor pecuniario, pero que va más allá ya que es un reconocimiento histórico.
APU: ¿Cómo definiría el rol de la Iglesia Católica frente a la crisis social que atraviesa nuestro país?
GDV: La Iglesia es el conjunto de bautizados, no debemos restringir la Iglesia a la jerarquía. En cuanto a la Conferencia Episcopal, los curas villeros, Opción por los Pobres, los sacerdotes que trabajan por el bien del pueblo creo que actualmente están a la altura de las circunstancias. Yo conozco mucho el trabajo de Monseñor Oscar Ojea el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y es un ejemplo de sacerdote. Muchos de los curas villeros que hoy son muy conocidos y que dieron su vida y la dan por nuestro pueblo se puede decir que fueron formados espiritualmente por Oscar Ojea. No en vano los obispos entendiendo el momento que estamos atravesando y desde la impronta que señala Francisco con su pontificado hicieron una buena elección con Monseñor Oscar Ojea ya que es una persona con un gran perfil social. Hoy la Iglesia desde lo cotidiano da respuestas, no sólo a través de CÁRITAS, sino mediante los comedores sociales de las parroquias en donde comen no sólo los chicos, también adultos. Están cumpliendo un rol excelente. La Iglesia da una respuesta en este momento.