Especial por José “Pepe” Delgaudio
En sesión especial del Consejo Escolar convocada por la titular del cuerpo María Julia Traverso, los integrantes del mismo se reunieron con los empleados del organismo a pedido de éstos. El encuentro fué a raíz de las presiones y agresiones recibidas en los últimos meses con motivo de las marchas realizadas por algunos integrantes de la comunidad educativa al edificio.
El Consejo Escolar de Morón no cuenta con efectivos policiales ni de seguridad para resguardar la integridad física de los trabajadores, tampoco de los consejeros escolares, muebles y útiles de la institución.
A continuación transcribimos el comunicado emitido al respecto por el bloque de Cambiemos pero que no menciona el apoyo brindado por Marcela Acosta, quien estuvo presente, se la puede ver en la foto que adjuntamos, representa al Frente Renovador y que para tener quórum fué necesaria su presencia. Además, en una oportunidad Marcela Acosta debió ser atendida por el SAME a raíz de una descompensación.
El cónclave fué a raíz de la violencia desatada en una protesta, donde manifestantes ingresaron al edificio y amenazaron al personal. Los consejeros de Unidad Ciudadana estuvieron ausentes.
Los consejeros escolares tomaron la iniciativa ante los pedidos de los trabajadores para contar con mayor seguridad. La presidente María Julia Traverso convocó a una sesión especial, en la que los trabajadores explicaron los hechos de violencia que sufrieron y las amenazas a su seguridad.
“Acá estuvimos los que nos preocupamos por los trabajadores. Los que, como el Intendente Ramiro Tagliaferro, tenemos como prioridad a los vecinos, queremos que las instituciones funcionen mejor para darles las respuestas adecuadas a los moronenses”, indicó Traverso.
El vicepresidente del Consejo, Sebastián González, criticó a Unidad Ciudadana por “no dar la cara”. “Deberían hacer un mea culpa, porque ellos alentaron la protesta e incentivaron un clima de violencia que terminó con una trabajadora atendida por el SAME”, recordó. “Incluso hubo militantes de un sindicato docente que tomaron fotos de los empleados y les dijeron que esperaban no verlos más acá. Me hubiera gustado que los consejeros kirchneristas pongan la cara frente a lo que hace su gente”, consideró.
Las propuestas que recogieron los consejeros incluye sumar personal que reciba a quienes se acercan al edificio. “Aquí funcionan muchas oficinas y los empleados se han encontrado con gente que llega hasta cualquier dependencia y tiene actitudes violentas”, explicó la titular del Consejo. En ese sentido, planteó que, “las medidas que se tomarán buscan garantizar la integridad física del personal y patrimonial de la institución, manteniendo el carácter público y abierto a las inquietudes y necesidades de toda la comunidad educativa.
En agosto pasado después que se produjo la explosión en la escuela 49 de Moreno comenzaron los reclamos y movilizaciones de la comunidad educativa. Recibimos denuncias de trabajadores del Consejo Escolar de Morón acerca de los agravios, malos tratos y agresiones físicas que recibían por parte de algunos participantes, oportunidad en la que le transmitimos los hechos de violencia a Eduardo Calvimonte, Secretario General de Suteba Morón, a efectos que tratara de evitar la reiteración de éstos lamentables episodios, la respuesta que recibimos fué: “Nuestros afiliados reclaman, no agreden…” La realidad indica lo contrario.
Los denunciantes fueron trabajadores con años de antigüedad, que adhieren a distintos sectores políticos o son apartidarios. En consecuencia, la iniciativa no es patrimonio del Pro.
Alguien dijo alguna vez: “No hay peor sordo que el que no quiere oír”.
Asimismo, pareciera que en Morón el respeto a los derechos ciudadanos sólo pasan por las decisiones del intendente Ramiro Tagliaferro, no es cierto, ni correcto. El pudo haber evitado éstas dolorosas situaciones con medidas preventivas, no alcanza hoy declamar para tratar de obtener réditos políticos. Fué necesaria la reiteración de protesta de los trabajadores del Consejo Escolar para que el cuerpo expresara su malestar y exigiera seguridad.
Es un derecho reclamar y manifestarse, que está contemplado en la Constitución Nacional, pero, es una obligación respetar a los semejantes, sin agresiones físicas o verbales. Es la única forma de garantizar el pleno ejercicio de la democracia como Reserva Moral de la República.