En defensa de la Ley de Medios y una Nueva Constitución: pequeña misiva a Alberto Fernández

Por Néstor Piccone

Una respuesta del especialista en Medios Néstor Piccone a las definiciones que Alberto Fernández dio al diario La Nación hace una semana.

Alberto Fernández es un dirigente kirchnerista, tal vez uno de los más lúcidos y excelente polemista que tiene el sector. Junto a Néstor y Cristina formó parte del tridente de conducción del gobierno iniciado en el año 2003. Supo acercar a sectores progresistas del socialismo y el radicalismo e integrarlos al gabinete nacional. Días atrás en un reportaje concedido al diario La Nación expresó su ideario que también es la síntesis de lo que piensan y sienten muchos dirigentes y activistas que militan en el espacio. Una de las cuestiones que debería ser preocupación de quienes como él están armando el entramado electoral es el de abrir espacios al debate para que la militancia pueda expresar sus coincidencias y diferencias sin el complejo de sentirse excluídos del armado político-social-económico y cultural que deberá alumbrar un nuevo gobierno nacional en este año 2019.

En la entrevista, muy rica en definiciones, Alberto Fernández, según el diario, dice que Cristina y Massa “tienen una misma visión de lo que hay que hacer en la Argentina”, un tema que sólo puede ser refutado por alguien que como él, acceda a conversar con ambos;  así que este punto podría ser considerado como verosímil. También dice que Cristina reconoce que fue un error no haber concedido las PASO al sector de Florencio Randazzo en 2017. Otro tema con el que podríamos coincidir ya que siempre consideré que lo mejor que hay para dirimir diferencias es llevarlas a la gente para que esta decida.

Pero hay dos puntos, por lo menos, con los que me propongo plantear diferencias. Alberto no miente cuando dice que se opuso a la Ley de Medios. Quienes militamos en la Coalición por una Radiodifusión Democrática supimos desde siempre que su política, la de Alberto Fernández, hacia el grupo Clarín era un obstáculo para llevar adelante ese proyecto que aunque quedó inconcluso abrió la puerta a la discusión de la desmonopolización de los grupos mediáticos. Tema rápidamente revertido por Mauricio Macri. Alberto Fernández sigue entrampado en la lógica de muchos kirchneristas que creen que la Ley fue un ariete contra el grupo Clarín. No reconoce que gracias a la Ley se visibilizó, legalizó y consolidó la existencia de miles de emisoras radiales y televisivas de organizaciones sindicales, sociales, de pueblos originarios, pymes y cooperativas que hasta la promulgación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tenían prohibido acceder a Medios de Comunicación. Esa parte de la Ley no ha sido derogada y en eso se basa la idea de quienes creemos que fue oportuno y exitoso presentar el Proyecto y promulgarlo.

Y otro tema con el que juega el diario La Nación es aquel que da cuenta de que A.F se opone a una reforma constitucional. Desestimando el tema, el ex jefe de gabinete, dice que ese “no es el problema de la Argentina.”
Somos muchos los que creemos que el sistema democrático, tal y como se desarrolla por estos tiempos en Latinoamérica y fundamentalmente en la Argentina tiene una arquitectura que atrasa casi doscientos años. El andamiaje que rige la división de poderes favorece la concentración de los sectores hegemónicos, con un poder judicial que -pocas veces- se atreve a condenar a los grupos económicos transnacionales y desde una visión oligárquica persigue a los más pobres y no tiene ningún resquicio para la participación popular.

Una Nueva Constitución Plurinacional, que reconozca todas las etnias; Pluricultural, Feminista y Popular es una necesidad. Plantearla y promoverla debería ser una tarea de quienes como Alberto Fernández creen en la democracia. El pueblo necesita una Constitución que democratice la democracia. Para finalizar y para quienes creen que promover el debate interno es hacerle el juego al macrismo, valgan las palabras del propio Alberto Fernández: “yo siempre creí que lo más funcional a la oposición es no reconocer los errores.”

 

 

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