Especial por José “Pepe” Delgaudio
En primer término vamos a expresar porqué muchos trabajadores y vecinos desde hace meses han calificado al municipio como “principado”.
Dentro de las varias acepciones encontradas en los diccionarios consideramos que la que transcribimos es la que más se adapta en ésta oportunidad.
“Principado” proviene del latín principatau y es un sustantivo. “Un principado es una forma de gobierno en la que el jefe de estado es un príncipe. Este gobierno se dió mucho en la Edad Media y la Edad Moderna en los períodos comprendidos entre el siglo XV al XVIII, los principados eran políticamente hablando, pequeñas regiones que dependían de las metrópolis medievales”.
Si bien los municipios en nuestro país tienen autonomía, también por legislación deben acatar decisiones de los gobiernos nacional y provinciales. La metrópolis medieval -en éste caso- estaría representada por quienes ostentan el poder ejecutivo nacional (Mauricio Macri) y el provincial (María Eugenia Vidal) y, a quienes podríamos definir con la calificación de reyes.
Realizada la comparación, a continuación pasamos a informar acerca del aumento dispuesto por Tagliaferro para los trabajadores municipales y profesionales.
Aumento sin acuerdo con los gremios
Semanas atrás informamos que el Sindicato de Trabajadores Municipales de Morón (STMM) a través de su secretario general, Pablo Salvo, mantenía conversaciones con Tagliaferro a efectos de acordar un incremento en sus haberes ante la pérdida sufrida en las remuneraciones, producto de la inflación registrada desde que comenzó el 2018. En abril recibieron un 10% retroactivo a marzo con la promesa de volver a dialogar en agosto.
Los médicos habían obtenido porcentaje similar pero a partir de abril. Durante el corriente mes habían mantenido conversaciones con el director de recursos humanos, Adrián Devia, antes del último feriado (17 al 20/08 inclusive), oportunidad en la que pedían un 10% para la recomposición remunerativa, coeficiente que superaba el 5% que habían establecido en abril.
Las negociaciones entre los representantes sindicales y el gobierno pasaron a stand by producto del feriado enunciado, pero, el sábado 25 y ante nuestra pregunta, desde el sindicato municipal nos informaron que sería del 10% sin acuerdo con las autoridades municipales.
La misma respuesta recibimos de Luis Duré, títular del Sindicato de Empleados y Trabajadores Municipales de Morón (SETMM), otra organización que representa a los no profesionales.
En el día de ayer tuvimos la confirmación de lo transcripto en el párrafo anterior.
Consultado el secretario de la Asociación de Profesionales del Hospital Municipal de Morón (APHMM), Hernán Bermejo, sobre cuál fué el aumento dijo desconocerlo, que, “recién hoy cuando vea los recibos podré confirmarlo porque no fuimos informados”.
La información que nos llegó es que Tagliaferro habría dispuesto el mismo porcentaje para todos los planteles de la comuna.
Más personal que cuando asumió en 2015
Las versiones y dudas sobre la cantidad de trabajadores en la plantilla municipal quedaron aclaradas por el mismo Intendente Tagliaferro. El domingo pasado (26/08) en declaraciones al Canal oficialista TN indicó que el total asciende a 5.116 agentes, cifra que supera entre 600 y 700 personas con las que Lucas Ghi le traspasó el gobierno.
A ésta cifra deben agregarse los contratos rescindidos, los jubilados y quienes prestan servicios y facturan en carácter de monotributistas. Por lo tanto, hay quienes consideran que durante la actual gestión se habría autorizado el ingreso de alrededor de 1.300 militantes. Asimismo, nuestros informantes sostienen que al 30 de junio pasado se pagaron en total 5.670 sueldos.
Abismal diferencia con el gobierno de Norberto García Silva
Con el retorno de la democracia en diciembre de 1983 la gestión del intendente García Silva fué de excelencia en austeridad, servicios, honestidad y transparencia.
El gabinete municipal solo tenía 5 secretarios y 20 directores, de los cuáles 5 estaban a cargo de las delegaciones municipales, en la actualidad Unidades de Gestión Comunitarias (UGC); no había subsecretarios ni coordinadores. Además, estaban a cargo de la municipalidad “La Casa del Menor” ubicada en La Matanza, “La Casa del Menor y la Familia” en Williams Morris, los hospitales Ostaciana B. de Lavignolle, el de El Palomar, de Ituzaingó, de Húrlingham y las salas de atención primaria de la salud, todas éstas dependencias en perfecto estado y funcionamiento.
En 1985 en la “Mansión Seré” se inauguró el Polideportivo “Gorki Grana”, un espacio que durante la última dictadura militar fué centro de detención se convirtió en lugar de prácticas deportivas y de esparcimiento para las familias y vecinos.
Durante la administración de García Silva se ensancharon, pavimentaron y repavimentaron, avenida Sarmiento, Santa Rosa, José María Paz, Barcala, Muñiz, etc., y los propietarios con frente a esas arterias no abonaron un sólo centavo.
La recolección fué municipalizada durante el primer año del gobierno municipal, se rescindió el contrato con la empresa Chietti Hnos y no se pagó un sólo peso de indemnización.
En ese periodo (1983/1987) era el “Morón Grande”, incluía los actuales municipios de Húrlingham e Ituzaingó y una población aproximada a los 730 mil habitantes.
Cuando el fallecido intendente Norberto García Silva entregó el cargo en diciembre de 1987 la totalidad de agentes ascendía a 3.500 servidores discriminados de la siguiente forma: 300 pertenecientes a recolección, 300 contratados y 2.900 de planta permanente. Las cifras pueden variar entre ellas pero no superan la totalidad mencionada.
Al finalizar su mandato García Silva había cancelado cerca del 40% de la deuda con la que había asumido.
Durante esa administración radical y con posterioridad a la misma transcurridos los años no hubo ninguna denuncia ni acto de corrupción sobre ningún funcionario. La oposición podía revisar todos los expedientes de los ejercicios económicos dentro de los plazos estipulados por la ley, todos los pedidos de informes eran respondidos, nada se ocultaba.
Todas las mejoras, construcciones, servicios, salud, educación y mejoras se realizaron con ingresos genuinos municipales.
Quienes ejercieron cargos ejecutivos o legislativos en el órden municipal, finalizadas sus responsabilidades jamás fueron molestados y, quienes fueron oposición en aquella época, hoy siguen reconociendo que fué la mejor administración que tuvo Morón a partir del regreso de la democracia.
Cuánta nostalgia, dolor, y tristeza sienten los moronenses por los momentos vividos y, cuánta bronca y críticas manifiestan por la falta de transparencia y probables actos de corrupción en la actualidad.