Por Araceli Lacore.
Diego Carriqueo es uno de los organizadores del FAB, Festival Audiovisual Bariloche. Con él conversamos sobre la próxima edición de este evento y sobre la situación actual del sector audiovisual en la actualidad.
El principal objetivo a cumplir por parte del Festival Audiovisual Bariloche 2019 es presentar una sustancial cantidad de obras en diferentes formatos, tanto nacionales como regionales, acompañados por sus correspondientes realizadores y trabajadores, para contribuir de esta manera con el progreso y la difusión de toda la producción audiovisual desarrollada en la región y el país. La ciudad de San Carlos de Bariloche, reconocida en el mundo entero por sus paisajes, chocolates y su centro de esquí, se vuelve por unos días en la anfitriona de una reunión anual de quienes forman parte fundamental de la nueva producción de cine, video, televisión y otros nuevos medios de la región, el país y Latinoamérica. Una reunión en la que se comparte y se fortalece la relación entre los trabajadores, realizadores, productores, sus obras y el público.
Aquí conversamos con Diego Carriqueo, uno de sus organizadores, acerca de esta próxima edición del FAB y también sobre la situación de los festivales nacionales en el resto del país.
Agencia Paco Urondo: El Festival Audiovisual de Bariloche se ha consolidado como uno de los eventos de cine más importantes de la Patagonia y lleva seis ediciones ¿Qué significan para vos todos estos años de trabajo?
Diego Carriqueo: Con el reciente lanzamiento de la 7ma convocatoria seguida uno piensa en un montón de cosas…sobre todo cuando te enfrentas a preguntas/charlas como estás…o como cuando termina cada festival, que bajas de toda esa adrenalina única que significa organizar y desarrollar este tipo de proyectos donde uno por momentos deja todo.
Teniendo en cuenta el contexto en el cual vas desarrollando las diferentes acciones, etapas de un festival, cada año fue diferente y por ende con distintos significados.
Te podría decir que antes tenía cierto rechazo a los festivales. El alimento al ego del artista no me terminaba de cerrar, entendía sí el proceso e interpretación de la obra del artista/realizador (artista-obra-público), pero me negaba al mal gasto de los recursos del estado para que eso se generara…veía algo así como una fiesta/película para pocos. He asistido como público, becado, cinemovilero, proyectorista y más roles en diferentes festivales de cine. Todo eso antes de empezar con la Dirección Artística del FAB. De hecho rechacé dos veces la propuesta antes de aceptar. Vivía en El Bolsón trabajando en la UNRN en la carrera de Licenciatura en diseño artístico audiovisual. Estaba más tranquilo. Cuando acepté, entendí que las cosas se presentan por algo y que de eso que tanto me quejaba tenía la oportunidad real de poder cambiarlo, de hacer algo con eso. Dejar el lugar cómodo, y hacer algo con ese recurso del estado, aportar el grano de arena desde el lugar que eso iba a significar, por mis amigxs, cólegas, compañerxs y comunidad en general.
APU: O sea que son muchos años más los que llevás en este festival…
D.C: Sí, pienso que llevo 15 años trabajando en la Secretaría de Cultura de la provincia, no tengo hijos…para mí el FAB es como ese hijo, criatura que vas viendo cómo va creciendo…que ya no es lo mismo que cuando empezamos…tanto el festival como uno, claro. Eso significa la mutación constante para mejorar y seguir sumando algo a todo este universo por donde pasamos. Por momentos me lo tomo como hacer una gran película. con muchas se disfruta, cuando se disfruta ya deja de ser trabajo. Ahí vamos aprendiendo, haciendo.
APU: ¿De qué forma se ha podido realizar el festival? ¿Con qué medios e instituciones han contado para poder realizarlo?
D.C: El FAB se organiza desde la Secretaría de Cultura del gobierno de la provincia de Río Negro, más específicamente el área de cine, donde desarrollo diferentes tareas desde el año 2005 junto a Cristian Calvo (coordinador y productor del FAB), Rosmary Gutierrez, Nelson Alvarez, Luis Belcastro y M. Eugenia Aliani. Fundamental contar con un gran y buen equipo para poder realizar un festival, además del acompañamiento y confianza de los funcionarios de turno.
También está el aporte en diferentes medidas, pero que siempre suman, del CFI (Concejo federal de inversiones), del INCAA, del Municipio de Bariloche, más el acompañamiento de algunos privados de la región.
APU: ¿Las dificultades actuales se deben más a la falta de apoyo institucional o hay otros factores?
D.C: Las dificultades actuales en el caso de Bariloche, hay una en particular que es no poder contar con un espacio, teatro, centro cultural, centro de convenciones, salas de proyecciones que sean del estado. Sólo hay unas salas (tres) de cine en el shopping de la ciudad que son de una franquicia, un teatro de un privado y una sala/teatro de una biblioteca donde debemos alquilar y contratar para los días que queremos realizar el FAB. Después obviamente sufrimos todos los problemas actuales que tenemos en el país consecuencia de inestabilidad económica, devaluaciones y pérdida de poder adquisitivo de todos los eslabones de la sociedad….entonces de repente a una persona que contratamos por una actividad en un mes…al momento del festival es irrisorio. O la confección de las estatuillas, o el presupuesto de los pasajes de los invitados…todo aumenta y nos afecta a todos. Desde reducción en gastos, ajuste y más ajuste.
APU: Desde el punto de vista tanto regional como nacional ¿Cuál es la situación actual del sector audiovisual en general y de los festivales nacionales en particular?
D.C: La situación es compleja. No reconocer la crisis actual en los diferentes sectores sería no ver la realidad claro. En la región es raro. De repente la industria y el sector son ajustados, y en los últimos 10 años en la región pasamos a tener tres escuelas donde poder estudiar cine. Pero sabemos que están sufriendo el ajuste tanto para el mantenimiento como para quienes la mantienen. Los jóvenes siguen eligiendo estas opciones de poder estudiar una buena y hermosa carrera artística, más aún si no tienen la posibilidad de irse de sus casas o sus lugares a grandes ciudades, donde sólo antes se podía estudiar algo vinculado al audiovisual.
Al haber más personas/profesionales que se dedican al audiovisual en la región en los últimos 10 u 15 años, ya sea porque se vino a vivir, o porque está estudiando o inclusive muchos rionegrinos como yo que nos hemos vuelto a nuestros lugares…todo eso hace que el sector se haya profesionalizado y se produzca más. Tanto independiente como por los diferentes programas de fomento. El Festival de alguna manera es consecuencia de todo ese movimiento. El 60% del contenido que se programa en el FAB es realizado y producido por patagónicos. Por eso realizar una lectura desde nuestro lugar quizás no sea lo que esté pasando más a nivel general y nacional.
APU: O sea que la situación del FAB es diferente a la de otros festivales
D.C: Sí, sabemos de muchos festivales amigos que no se han podido realizar en las últimas ediciones por la falta de apoyo. A contrapunto de eso, muchos estudiantes de las escuelas de cine de la región producen obras exclusivamente para el FAB, y eso es un gran estímulo para nosotros…y obviamente para ellos. Quizás el acierto nuestro fue ese justamente, darles el espacio a obras de nuestra región. Ahora estamos tratando de hacer sinergia con festivales de la región. Por ejemplo, en mayo estaremos entregando un premio FAB en el 5to festival de cine nacional “CINE EN GRANDE” que se realiza en Tierra del Fuego, en Río Grande. Está la sección de laboratorio de guione, donde nosotros entregaremos un premio el cual consistirá que pueda asistir al laboratorio de guiones del FAB que hacemos en conjunto con LABEX. Ese es otro objetivo que buscamos, ser un eslabón de estos sueños de los realizadores que después alimentaran los festivales futuros. Acompañarlos desde donde se germinan en lo posible. Y acompañarnos, apoyando con festivales amigos, como por ejemplo lo hacemos con el FECIPA, de Chile, Coyhaique, con ellos también generamos vínculos que nos retroalimentan. Es el momento de abrazarse ante las embestidas a la cultura en general. Tuvimos el gran honor de contar con Sanjines en la primera edición del FAB, en el 2013. Les comparto el mensaje que nos dejó…y ahí entendimos muchas cosas más de por qué tiene que existir un espacio como el FAB:
“En cualquier punto de cuento es bueno para hablar de eso!” J. Sanjines.
APU: Ante esta nueva coyuntura donde los rionegrinos están eligiendo hoy en las urnas a sus nuevos representantes ¿Qué expectativas tenés al respecto?
D.C: Las elecciones en Río Negro siempre con su particularidad. Es una provincia particular. No muchas cuentan con cordillera y mar por ejemplo, recursos naturales. Y pocos votantes en su electorado. Son elecciones, excepto la última, que se definen por muy pocos votos. La expectativa que tengo es que de alguna manera se le ponga un freno a las políticas que se llevan a cabo a nivel nacional, que verdaderamente Río Negro se oponga a nivel nacional con lo que están haciendo. Así como también considero que desde el lugar del FAB es un espacio logrado e instaurado, que independientemente quien esté al mando de las decisiones es algo que ya es de la comunidad audiovisual y artistas en general.