En el marco de una visita realizada esta tarde al Museo Sitio de Memoria ESMA, el canciller Felipe Solá encabezó el acto de presentación de la candidatura del ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio para integrar la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco y del Patrimonio Cultural del Mercosur.
“Es muy movilizante la recorrida por el Museo por todo lo que significa volver al lugar del espanto y por el contraste entre el afuera y el adentro. Uno atraviesa árboles y naturaleza para entrar al edificio y se topa con este sitio donde ocurrían atrocidades mientras, por ejemplo, se desarrollaba el Mundial de Fútbol”, dijo Solá, acompañado durante la visita por su jefe de Gabinete Guillermo Justo Chaves, la directora de Derechos Humanos, Cecilia Meirovich, y el director de Organizaciones Intermedias y Diplomacia Pública, Conrado Carrasco Quintana.
“El desafío de lograr la candidatura de este lugar es complejo pero nos respalda el enorme trabajo que está haciendo el equipo, que tiene un rigor y una precisión destacables “, agregó el canciller, luego de ser recibido por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, y por Alejandra Naftal, directora Ejecutiva del Museo.
Por su parte, Horacio Pietragalla Corti manifestó: “El Museo Sitio de Memoria ESMA es un espacio emblemático que propone un recorrido de memoria por nuestro pasado reciente para comprender la verdadera dimensión de lo que significó el terrorismo de Estado. Para nosotros constituye una herramienta fundamental para seguir construyendo colectivamente un legado que tiene que ver con la defensa irrestricta de los Derechos Humanos».
«Este lugar simboliza también el Nunca Más, el consenso que nos unió a los argentinos en el camino de la recuperación democrática bajo los postulados de Memoria, Verdad y Justicia, y que nos coloca como un referente a nivel mundial en materia de derechos humanos”, añadió.
La candidatura pretende otorgar visibilidad internacional al terrorismo de Estado ejercido por la dictadura cívico-militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983, y que tuvo a la desaparición forzada de personas como base de su accionar.
Este importante paso destaca el férreo compromiso de nuestro país con el proceso de Memoria, Verdad y Justicia iniciado por los organismos de derechos humanos y plasmado luego en políticas públicas de promoción y protección de los derechos humanos, que son guía para el fortalecimiento de las instituciones democráticas y republicanas.
El Museo Sitio de Memoria ESMA, que fuera uno de los lugares de detención ilegal más importantes en dicho período, constituye un símbolo que para la República Argentina es necesario sostener y preservar de manera de promover la construcción de ciudadanía a nivel nacional e internacional, y para difundir los procesos de Memoria, Verdad y Justicia.
