Con una conferencia de prensa realizada el pasado martes 12, en el hall del establecimiento, los profesionales de la salud nucleados en CICOP presentaron un informe en el cual trazan una radiografía actualizada de la situación crítica que vive el Hospital Fiorito, ubicado en Avellaneda.
En el informe denuncian que “el laboratorio se verá reducido hasta nuevo aviso a un funcionamiento mínimo y las mencionadas áreas [cardiología, obstetricia y diagnóstico por imágenes] verán comprometida su actividad diaria a causa de la falta de profesionales, producto de la marcha atrás en nombramientos, particularmente en la próxima temporada de verano”. También afirmaron que no se prestará servicio en los consultorios externos y la demanda ambulatoria se verá reducida debido a la negativa de extensión presupuestaria por parte del gobierno provincial.
Dos meses atrás, las autoridades del centro de salud decidieron restringir las prestaciones y procedimientos programados, limitar la atención de pacientes y suspender todas las cirugías y actuaciones planificadas.
El Hospital Fiorito depende de la Provincia, y viene sufriendo el ajuste de la gobernadora María Eugenia Vidal. Pero hay que destacar también el silencio cómplice del intendente kirchnerista Jorge Ferraresi, que se explica por su intento de ocultar que los centros de salud municipales también se encuentran en crisis.
Varios pacientes del hospital manifiestan que algunos servicios se encuentran arancelados por medio del cobro de bonos obligatorios, que las instalaciones están descuidadas y los ascensores no funcionan, obligando a trasladar a los pacientes de forma riesgosa. También cuestionan que no hay insumos elementales como alcohol, jabón y papel higiénico en los baños.
La situación crítica del Fiorito demanda una intervención de los trabajadores y vecinos de Avellaneda, para enfrentar los intentos de arancelamiento y privatización en la salud pública. Urge el reclamo por un aumento de la partida presupuestaria y el nombramiento de profesionales y trabajadores de la salud. Por un plan de obras de infraestructura y provisión de los insumos necesarios para la atención médica, bajo control de los trabajadores y pacientes del hospital.