En Malvinas Argentinas, partido de Almirante Brown, la agencia San Vicente del INTA AMBA y el Programa Prohuerta (Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación e INTA) trabajan en la E.E.S. N°21. Cuentan con un banco de germoplasmas propio y hasta una obra de títeres para niños.
La huerta es mucho más que cosechar alimentos listos para la mesa: es, también, un espacio de aprendizaje compartido, una forma de comunicar expresiones artísticas… la vida en sus múltiples etapas. En esa tarea trabajan desde el Proyecto Institucional de Huerta orgánica en la E.E.S. Nº21 de la localidad de Malvinas Argentinas, partido de Almirante Brown, técnicos de la agencia San Vicente del INTA AMBA y el Programa Prohuerta (Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación e INTA) junto a directivos, profesores y alumnos.
Los primeros pasos se inician en 2013, cuando se plantea en la escuela la necesidad de enseñar a los alumnos a producir y consumir productos agroecológicos sanos para incluirlos en su dieta diaria. Así, en 2014 se presenta el proyecto institucional “La huerta en la escuela”. Se realizó el diseño de la misma y se lo delimitó mediante un cerco perimetral, se marcaron los tablones y se preparó la abonera con el propósito de mejorar el suelo existente.
Laura Oviedo, profesora a cargo del proyecto, recuerda que “en 2015 asistí como profesora referente al curso de huerta para docentes que brindaba el INTA junto al Programa Prohuerta (Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación), allí me brindaron un panorama integral indispensable para llevar adelante exitosamente el proyecto escolar”. Como técnico de la agencia San Vicente del INTA AMBA y el Programa Prohuerta (MSyDSN/INTA) participa Domingo Santiago Siciliano.
“Hemos tenido una grata experiencia con esta escuela que tiene una orientación vinculada al arte, lo cual fue para nosotros, toda una novedad y un desafío. Es, además, para destacar que es una de las primeras que ha tomado la pauta de entregar semillas, y en cuanto a la huerta trabajaron muy bien y tuvieron muy buenos logros en los últimos años”, explica Siciliano.
Por su parte Oviedo puntualiza: “La Fundación Huerta Niño seleccionó nuestro proyecto escolar donándonos el vivero donde realizamos almácigos, trasplantes y repiques. También recibimos herramientas para trabajar la tierra y un nuevo cerco para delimitar el sector de chacra asociada, configurando así el modelo final de nuestro huerto demostrativo escolar”,
Semillero
En la actualidad la escuela E.E.S. N° 21 de Malvinas Argentinas, cuya directora es Mirta Mabel Luque, además de contar con un banco de germoplasmas propio y entrega periódica de semillas a la comunidad, realizó un documental en el que se relata la experiencia de la huerta.
Además, difunden sus experiencias mediante el boletín escolar “El Semillero” y una obra teatral de títeres itinerantes para niños que cuenta con dos funciones realizadas.
En esta línea de trabajo han realizado, junto a Centro integral Casa Nueva y Fundación Alianza Árboles, la plantación de treinta árboles nativos en el predio escolar y el vecino Jardín de Infantes Nº953.
“Agradezco al Programa su apoyo para concretar los premios del concurso Jóvenes por la agroecología que realizamos en 2017 y 2018 en nuestra institución, donde premiamos a los alumnos que se destacaron por su compromiso en el proyecto escolar, constituyéndose como jóvenes promotores activos de nuestra comunidad”, remarcó la profesora Laura Oviedo.
Es de destacar que desde el inicio del proyecto en 2013 esta experiencia cuenta con la asistencia técnica de INTA AMBA, el Programa Prohuerta (MSyDSN/INTA) a través del Centro Demostrativo Alas de Almirante Brown.
Alas, como escribió Eladia Blázquez en su canción: “Con las alas del alma desplegadas al viento / atesoro lo humano cuando tiendo las manos / a favor del encuentro. / Por la cosa más pura con la cual me alimento / por mi pan de ternura / con las alas del alma desplegadas al viento”. Digna metáfora de esta tarea escolar cotidiana.