Dorian Thornley colgó el cartel de que su pequeña librería cerraba a finales de febrero. Sus vecinos al ver el cartel se movilizaron y abrieron una campaña de crowfunding. En una semana, 800 clientes donaron 50.000 dólares.
El pasado fue un mal año para el negocio de Dorian Thornley. Es el patrón de una minúscula libería en el barrio neoyorquino del Upper West Side. Está situada justo en frente de al Zabar’s, el supermercado que Woody Allen convirtió en icono, y a solo un par de calles de uno de los Barnes & Nobles que quedan abiertos en Nueva York. El pasado lunes, colgó un cartel en la puerta anunciando que cerraba a finales de febrero.
Lo que no esperaba Thornley es que iba a tener que quitarlo en una semana. Como dice este pequeño emprendedor, “Nueva York puede ser un lugar muy loco”. Pero cuando se trata de arrimar el hombro, los neoyorquinos son ejemplares. Sus vecinos se movilizaron y ahora Westsider Rare & Used Books tiene una segunda oportunidad. Cerca de 800 clientes pusieron 50.000 dólares de su bolsillo para salvarla.
La iniciativa fue de Bobby Panza. Un día después de que se anunciara el cierre, lanzó una campaña en GoFundMe para recaudar los fondos necesarios para garantizar que no se perdiera esta joya. En solo 12 horas se llegaron a recaudar los primeros 10.000 dólares. La respuesta fue increíble y juntos quitaron este lunes el “Going out of business”. Olivia Lucas, una empleada, no oculta su emoción al hablar
Thornley se hizo con la tienda en 2002. Pero lleva ahí, en Broadway, entre las calles 80 y 81, desde 1984. Se llamaba originalmente Gryphon Books. Tres bloques más arriba, girando hacia la Avenida Amsterdam, está el café Lalo, famoso entre los turistas que suben al Upper West Side porque ahí se rodó “You Got Mail”, protagonizada por Tom Hanks y Meg Ryan. Hacen el papel de dos libreros rivales que se enamoran.
Los libros ocupan hasta el último hueco posible. El local es muy estrecho. Pese a ser tan pequeña, no se pierde la sensación de aventura al explorarla. Como dice un cliente, es lo suficientemente caótica para alimentar la curiosidad de seguir buscando. Y si te pierdes, siempre está Olivia dispuesta a hacer de brújula. A diferencia de otras tiendas de segunda mano, los títulos están bien preservados.
El dueño de Westsider Rare & Used Books dice que hará lo humanamente posible para que siga abierta. Los vecinos ya se movilizaron cuando la cadena Barnes & Nobles decidió que iba a cerrar sus librería en Manhattan. Se negaron a que la revolución de Internet se llevara por delante un espacio de debate que consideraban formaba parte de la vida cultural. El que estaba en el Lincoln Center cerró.