El Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, recibió a la ahora agente de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, Carla Céspedes, que en 2016 frustró un robo a un supermecado chino, mató a un ladrón y fue procesada. En el día de la fecha, el Tribunal Oral Criminal N° 14 la absolvió a poco menos de dos años del hecho.
La agente que ahora pertenece a la Policía de la Ciudad, para 2016, antes del traspaso, formaba parte de la Policía Federal Argentina. En ese entonces, en plenas tareas de prevención, frustró un intento de robo en un supermercado chino ubicado sobre las calles Estivao y Ramos Mejía en el barrio porteño de Caballito.
Los dos delincuentes habían robado dinero en efectivo y un celular y, al momento de emprender su huida, se encontraron con la oficial Céspedes. Al instante,uno de los ladrones gritó: “matala, matala. Es policía”. Rápidamente uno de ellos intentó sacar su arma y, ante la amenaza, la oficial disparó provocando la muerte de uno de ellos mientras que el restante logró escapar. De todas formas, fue detenido en otro operativo 45 días después.
Carla Céspedes estuvo detenida durante seis días, se le secuestró su arma reglamentaria y se le prohibió su salida del país. Tanto la fiscalía como la querella pidieron perpetua mientras que la defensa de Carla, el cuerpo de abogados de la PFA, esgrimió “legítima defensa y cumplimiento del deber”. Luego retomó, gracias a esta cartera, su actividad de manera pasiva durante la investigación, cobrando la mitad de su sueldo.
En enero del 2017, la jueza de Instrucción Fabiana Palmaghini la procesó por el delito de “Homicidio Agravado por el Abuso de su función o su cargo” sin prisión preventiva. Aun así, y al igual que antes, este Ministerio de Seguridad dispuso que siga en función de manera pasiva.
A casi dos años del comienzo del juicio, el Tribunal Oral Criminal N° 14 se pronunció absolviendo a la oficial Carla Céspedes, oriunda de Berazategui y policía desde el 2012, siempre trabajando en la Comisaría 11.
Lamentablemente, la agente de la Policía de la Ciudad vivió presiones y amenazas por parte de los familiares de los criminales durante el tiempo que duró el juicio, pero ella misma aseguró que se siente más fuerte que nunca, porque creyó que la Justicia iba a fallar a favor de ella.