El Presidente almorzó durante dos horas con los líderes radicales del interior. Defendió el déficit cero, pero del otro lado pidieron por obras inconclusas, la hidrovía, y el pago de deudas. No hubo disculpas por los dichos contra el ex mandatario
Después de ver a los peronistas y a los del PRO, Javier Mileirecibió esta tarde a la última tanda de gobernadores con los que tenía planeado reunirse para ensayar cierto tipo de contención en medio del debate por el Presupuesto. Escuchó sus reclamos y respondió dudas, siempre a grandes rasgos, durante un almuerzo que duró más de dos horas, en el Salón de los Científicos de la Casa Rosada, junto al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia. Y al finalizar, en el Patio de las Palmeras,tres de los mandatarios salieron a calificar la reunión como positiva. Pero advirtieron que, en definitiva, Milei transmitió “voluntad política”, sin respuestas concretas a los pedidos específicos.
“No era una reunión técnica, sino más bien política, general”, dijo uno de los mandatarios a la salida de la comida, pasadas las 15.30. Habían estado con Milei Alfredo Cornejo (Mendoza), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Leandro Zdero (Chaco). Todos ellos, menos Zdero se habían reunido antes en la Casa de Santa Fe, a dos cuadras de Balcarce 50, para pautar de antemano los temas que le llevarían al Presidente en conjunto. Llegaron a la Casa de Gobierno puntuales, a las 13.30, pero no hicieron comentarios. A la salida, sin embargo, se mostraron proclives a responder preguntas a los periodistas acreditados. En el área de Comunicación de la Presidencia prefirieron la reserva.
Milei buscaba terminar de convocar a todos los sectores dialoguistas del arco político, de cara a las definiciones en el recinto de las discusiones que están en marcha en el Congreso: el Presupuesto 2025, el freno que quiere ponerle el oficialismo al intento de modificar la ley de DNU; y la privatización de Aerolíneas Argentinas, que representa, a esta altura, un debate simbólico de la Casa Rosada frente a los gremios más combativos de la aerolínea de bandera.
Pero también hacer un guiño al radicalismo en general, mientras intentan sumar a un eventual interbloque a los diputados radicales que ayudaron al Gobierno a frenar los vetos previsional y universitario en Diputados. Por ahora ese plan está frenado, pero el oficialismo se prepara para las batallas legislativas del próximo año.