En la homilía, monseñor Ojea expresó:
“En esto estamos trabajando para no entregar nuestros barrios al narcotráfico, para no entregar nuestros barrios al enemigo que se constituye en dueño de nuestras vidas y que va formando un ‘estado’ dentro de otro Estado. Estamos a tiempo, hay tanto que hacer, tanto que trabajar, cada uno tiene que mirar su responsabilidad. Nuestras mujeres se encuentran con estos chicos y estas chicas, y a veces también se encuentran con adultos.
”Hoy es tanta la confusión en muchas situaciones en nuestros barrios que a veces la gente se enoja y viene enojada a pedir comida. No lo vemos solamente en nuestros barrios, lo vemos también con personas en situación de calle. El otro día me decía un señor que trabaja durante la noche recorriendo la ciudad para dar de comer: ‘Padre, me arrancan la comida, ahora me arrancan la comida, no me esperan’ ”.