Se realizó el FESTIVAL DE ARTE JOVEN

Arte en las villas, barrios y barriadas: el pasado sábado 20 de octubre se realizó en el Colegio salesiano León XIII elFESTIVAL DE ARTE JOVEN: Arte en las villas, barrios y barriadas
“LOS COLORES DE NUESTROS SUEÑOS PARA TRANSFORMAR EL MUNDO”.

Por la mañana los Talleres invitaron a acercarse a la Percusión/Sonido/Fotografía/Radio y Periodismo/Graffiti/Malabares/Cine y Edición/Baile.

Por la tarde, las muestras se expresaron a través del Rap/Murga/Folclore/Bachata/Cumbia/Orquesta/Radio Abierta.

Los Barrios que intervinieron fueron Puerta de Hierro/La Matanza/Villa 21 y Zabaleta – Barracas/Bajo Flores/Villa Soldati/Villa 15 – Lugano/Villa 20 – Lugano.

 

ESPACIOS DE SALVACIÓN COMUNITARIA

Uno de los organizadores, el padre Adrián Bennardis, nos contaba sus impresiones: “El Festival salió muy, muy bien. Una fiesta con mucho respeto, con mucha alegría de los pibes y las pibas. Se vivió la diversidad de los distintos barrios. Hubo aire de festival, que es algo nuevo en lo personal: se iban haciendo las muestras en distintos lugares de patio del colegio y los chicos se iban moviendo para ver rap, videos, otros bailes, la acrobacia de telas… En un momento, el padre Gustavo Carrara, obispo para las Villas de Emergencia, habló tomando palabras de Francisco: “Crear espacios de  salvación comunitaria”.  Y el Festival fue eso: un espacio de salvación comunitaria creado desde los distintos barrios desde Puerta de Hierro, 17 de Marzo en La Matanza con sus telas y sus bailes, hasta Ciudad Oculta con sus danzas paraguayas típicas, pasando por la murga de Villa Palito o el video de Soldati. En la hora de canto pasamos desde tango, rap, folklore, música paraguaya que cantaban y tocaban. Fue hermoso. Mostró lo que dicen, piensan y sienten nuestros pibes y pibas”.

 

UNA CRÓNICA DEL FESTIVAL

Florencia Laje, una de las organizadoras, así describe lo vivido:

“Es sábado y el día recién comienza. Amaneció lluvioso y, como pasa siempre en esos momentos, surgió la pregunta ‘¿se hace igual a pesar de la lluvia?’. ‘¡Sí, obvio!’ No hay lluvia que nos detenga ni mal tiempo que disminuya la expectativa que todos, y especialmente los chicos y chicas que vienen de los distintos barrios a mostrar su arte, pueda frenar.

Nos  recibe nuevamente un patio salesiano, como hace un año en el encuentro ‘No más chicos Descartables’, pero esta vez la fiesta es en el León XIII.

Y, de a poquito, el colegio empieza a despertarse y se ven los primeros indicios de que algo grande se está gestando. Llegan las ollas gigantes donde se va a cocinar el guiso del almuerzo para todos, están los muchachos desde temprano armando el escenario, se van acomodando los espacios de los talleres que se van a desarrollar por la mañana y los primeros chicos van llegando con sus referentes: del Centro de Referencia para Niños, Niñas y Adolescentes de Luján, del Centro Educativo Comunitario San Marcelino Champagnat de Tigre, del colegio Jesús Obrero de Merlo.

“Llegan en dos micros todos los que se vinieron desde la Parroquia San José en Puerta de Hierro, llegan los jóvenes de San Judas Tadeo de Bajo Flores con sus instrumentos, con los tambores y redoblantes los de la Murga que se vinieron desde Villa Palito en La Matanza. Vienen de las parroquias Virgen del Carmen en Ciudad Oculta, de Virgen de Caacupé en Barracas, de Virgen Inmaculada de Soldati por mencionar algunos de los barrios de donde vinieron la mayoría de los que participaron. Son cerca de 200 los adolescentes y jóvenes que vinieron a compartir su arte.

“Y los pasillos y los rincones se llenan de vida; y se empieza a escuchar la Radio Abierta a cargo de los chicos de Mundo Villa, que nos van contando de los talleres: fotografía, graffitti, baile folclórico, percusión, video y edición, sonido, malabares y radio.

Empiezan los talleres, los chicos se van mezclando. Los barrios se confunden y así comparten las propuestas de la mañana animándose a probar y conocer experiencias nuevas.

“Cuando los chicos entran en acción, con su frescura lo renuevan todo. Cada barrio tiene mucha vida y esa vida se fue expresando de distintas maneras a lo largo de todo la jornada.”

“Avanza el día y después de los talleres nos esperaba el almuerzo compartido entre todos, un abundante guiso de lentejas hecho por las manos laboriosas de gente de Ciudad Oculta que siempre está dispuesta a colaborar cuando de cocinar se trata.

“En pocas horas el Festival, con toda su potencia demuestra la fuerza que tiene lo comunitario. La música lo invade todo. Los tambores de percusión de los chicos abrieron la muestra de la tarde donde unos poquitos eran alumnos de la escuela de música de Caacupé y los demás habían compartido el taller de la mañana a cargo del profe que contagia un entusiasmo increíble con toda la polenta que sale de esos ritmos. Como buen festival mientras unos actuaban, otros estaban ensayando pero incluso así escuchaban las presentaciones y muy respetuosos de cada grupo. El clima y cómo lo vivieron los chicos y chicas fue hermoso por donde se mire.

“Algunos chicos como Matías de Villa Palito o Nati de Soldati se animaron a dar su testimonio sobre lo ‘que significa el arte en tu vida’, donde remarcaron el valor de ‘que se puede salir adelante, de lo importante de contar con otro’, porque ‘hermano no es el que te da la droga sino el que está en tus peores momentos’ y a pesar de los problemas, la murga y la fotografía para ellos son un cable a tierra frente a los problemas.

” ‘El arte salva vidas y hoy nos une’, nos decía Guido, que dio una mano inmensa con la animación junto con Gustavo, y también es un punto de partida para decir ‘porque yo no lo puedo hacer, porque yo no puedo estar bailando, o cantando tocando algún instrumento. No hay que ponerse barreras, no hay que bajar los brazos nunca. La vida es descubrir lo que a uno le hace bien, ojalá este encuentro sea un punto de partida’. Guido hace radio hace cinco años y forma parte de Mundo Villa.
“Y por la tarde hubo de todo: danza jazz, paraguaya, folclore, orquesta, rap, murga…

“La soledad no le suma a nadie. Se es, se vive, se crece junto a los otros.”

“Y frente a esa idea siempre presente de que en los barrios y las villas todo lo que pasa es malo y los jóvenes están perdidos hoy quedó bien claro que todos los días en cada comunidad los chicos y chicas enfrentan los problemas con los que se encuentran y la pelean. Esta jornada de convivencia, música, danza, rap, ritmos de tambores, palabras de vida y acrobacias fue un claro mensaje de las propuestas positivas que la Iglesia lleva adelante en nuestras villas y barrios populares de la ciudad de Buenos Aires y del Gran Bs. As.

” ‘Y es lo que hoy queremos mostrar’, nos dijo nuestro obispo Gustavo Carrara sobre el cierre del día, ‘hemos visto mucha vida que se expresó de distintas maneras, hemos bailado, hemos dibujado, hemos escuchado… Se expresó ese deseo de familia, de caminar juntos. Se expresaron, me parece a mí, espacios de salvación comunitaria; en la vida no nos arreglamos solos, podemos bien poco si queremos hacer las cosas solos. Me parece que si encontramos camino de hacernos familia, de ser comunidad vamos a encontrar espacios de salvación, espacios de alegría, espacios de paz, y espacios llenos de vida como el que hoy vivimos junto a nuestros jóvenes’ “.

Además de monseñor Gustavo Carrara, vicario para las Villas de Emergencia de Buenos Aires, estuvieron visitando la muestra monseñor José María Baliña y monseñor Alejandro Giorgi, ambos también obispos auxiliares porteños.

Este Festival fue impulsado por la Mesa BICE que está conformada por:

•    Defensa de Niños Internacional (DNI) Sección  Argentina.
•    Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia en Riesgo
•    Hermanos Maristas
•    Fundación Emanuel
•    Fundación Lasalle
•    Suma Qamaña
•    Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (FAERA)

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