Solo si quieres ser más saludable

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Seleccionamos un contenido exclusivo para rellenar tu día con mucha salud, ejercicios y bienestar. ¡Disfruta!

Cuidar del cuerpo es sinónimo de salud.
Y al cuerpo le gusta el movimiento, el
ejercicio. Por eso es importante moverse.
Aquí va el primer paso de esa jornada: es
importante monitorear cuántos pasos por
día y qué tan rápido logras correr
determinada distancia.

No ultrapases tus límites. El mejor
indicador de tu condición física son los
latidos cardíacos. Por eso es
importante monitorear tu corazón, para
tener un buen progreso cardiovascular.

Si puedes, elige siempre el
entrenamiento outdoor.
 Además de
estimular tu adaptabilidad, estudios
muestran que ejercitarse al aire libre
mejora las sensaciones de revitalización y
aumento de energía.

Eleva tu práctica de yoga a la perfección. Conoce algunas muy buenas ideas de la instructora e influencer Cat Meffan para mejorar los ejercicios físicos.

Cat siempre empieza sus sesiones trabajando la respiración. Inspirando por la nariz y espirando por la boca. Tú puedes utilizar un Smart Watch para guiarte.

Encuentra una posición neutral y
confortable. Inspira y espira contando
hasta cuatro para los dos
movimientos.

Empieza con estiramientos que
abren el pecho y trabajan cada
lado del cuerpo.

Pasa a las posturas arrodilladas,
empezando con la postura del niño.
Apóyate sobre las rodillas y las manos y
gentilmente estira la columna con la
postura del gato y de la vaca.

Estira y energiza el cuerpo. Empieza el
saludo al sol levantando los brazos
conforme inspiras. Al espirar, dobla las
rodillas y estira el cuerpo hacia delante.

Espira conforme posicionas tus pies
para hacer la tabla. Sostén la respiración
y baja tus rodillas, manteniendo los
codos próximos al cuerpo conforme te
agachas y te aproximas de la alfombrilla.

Apoya los dedos de los pies y levántate
para hacer la postura del perro boca abajo.
Respira algunas veces y aproxima tus pies
de tus manos. Relaja la cabeza, coloca las
manos en los tobillos y espira, haciendo la
postura de la cigüeña. Inspira y levanta los
brazos. Espira y coloca las manos en el
pecho. Repite la secuencia dos veces más.

Los momentos finales de tu práctica son los
más importantes. Acuéstate de espalda en
una posición relajada con los brazos y las
piernas estiradas hasta sentirte confortable.
Observa tu respiración mientras reflejas,
descansa y relájate.

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