Fue durante las jornadas para la prevención de los abusos sexuales en la población infantil que se realizó hoy en Casa Rosada. Los funcionarios destacaron las políticas impulsadas por el gobierno para prevenir la problemática
Funcionarios del gobierno nacional encabezaron hoy en la Casa Rosada la apertura de la jornada “Prevenir y actuar contra los abusos sexuales en niños, niñas y adolescentes”, un encuentro promovido por distintos organismos nacionales con el objetivo de potenciar la respuesta estatal a esta problemática.
La ministra de Salud y Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, junto al ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, y el secretario de Gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein, encabezaron el acto de apertura del encuentro que se llevó a cabo en el Salón de los Pueblos Originarios y estuvo organizado por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNAF) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INAM) en el marco del Plan Nacional de Prevención de Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA).
Stanley destacó que se pueda “discutir y concientizar sobre esta problemática y día a día prevenir y actuar” en materia de abuso, uno de los temas sobre los que “lamentablemente en nuestro país no se habla con voz firme y fuerte”.
“Este tema nos duele a todos y no puede esperar. Sabemos que hay muchísimas niñas y niños que sufren esta situación, por eso el compromiso de hoy es para que nos animemos a hablar con vos firme y fuerte. Que cada uno de nosotros sea agente multiplicador de esta prevención, esta concientización y de la acción concreta habla de un compromiso”, remarcó la ministra.
Germán Garavano señaló que “no es fácil hablar de abuso sexual contra niñas y niños y adolescentes y aún cuesta jerarquizar los servicios de justicia que el Estado les ofrece. Por eso desde el ministerio colaboramos con el Plan ENIA y buscamos proteger a las víctimas acercándolas al sistema de Justicia para reducir la impunidad”.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein advirtió que el abuso sexual “suena irracional para uno, pero existe, está escondido y muchas veces afecta a las poblaciones más vulnerables”, y agregó que “si el abuso sexual termina en un embarazo forzado, como agentes de salud tenemos que dar la información para que las niñas, los niños y los adolescentes tomen las decisiones informadas sobre cuáles son las alternativas”.
Rubinstein destacó que “esta iniciativa da en el centro de lo que tenemos que hacer como Estado, que es proteger a los más vulnerables”.
Los abusos sexuales contra niñas, niños y adolescentes son un problema social grave que interpela a las instituciones con competencia en el tema y plantea importantes desafíos para quienes toman decisiones en todos los niveles de la política pública.
Dada la complejidad de esta problemática y la prevalencia de altas tasas de fecundidad de niñas entre 10 y 14 años producto de situaciones abusivas, el Plan ENIA se ha propuesto como uno de sus objetivos estratégicos el fortalecimiento de la prevención del abuso y la violencia sexual hacia niñas, niños y adolescentes.
Esto requiere de acuerdos interinstitucionales que promuevan un abordaje integral con enfoque de derechos y que sean producto de una construcción colectiva que establezca qué hay que hacer y cómo deben responder los diversos agentes e instituciones a las demandas y necesidades de las niñas, niños y adolescentes que han sido víctimas de abusos sexuales.
Esas respuestas deben tener como propósito brindar alternativas a niñas y adolescentes que han sido víctimas de abuso sexual y tienen un embarazo forzado: recibir apoyo integral para llevar adelante el embarazo y ser madre, interrumpir el embarazo tal como está previsto en el marco normativo vigente por las causales de violación y riesgo para la salud, o recibir apoyo para eventualmente optar por la adopción con todos los cuidados para proteger la subjetividad y el desarrollo personal.
La detección temprana de las situaciones de abuso sexual, además de hacer posible detener el abuso, evita embarazos forzados y maternidades forzadas y constituye un paso fundamental para implementar otras acciones de prevención para evitar la reiteración de estas situaciones, sus secuelas de sufrimiento y emprender acciones de reparación.
Con el fin de contribuir al fortalecimiento de la política pública en esta materia, con el apoyo de UNICEF y a través de una mesa de trabajo conformada por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social, en particular la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNAF) y la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación (Dirección de Salud Sexual y Reproductiva y Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia), el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (Programa Nacional de Educación Sexual Integral) y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Subsecretaría de Acceso a la Justicia), el Plan ENIA elaboró un documento de lineamientos interinstitucionales para orientar el trabajo frente a situaciones de abusos sexuales y embarazo forzado.
