Natalia Carrizo, autora de la reciente publicación “Que vuelvan los lentos y las molotov“, versa su poética sobre estos tiempos políticos de represión a toda forma de organización social: verdurazos, cuadernazos y cacería a los trabajadores de prensa.
Por Natalia Carrizo
Estado de represión
no les voy a perdonar
la mirada esquiva
la saliva colgando
la elegancia tendida
Nos están matando
nos están hambreando
nos están queriendo callar
pero me quedan ciertos gritos más
No será el terror quien me pueda gobernar
no será el dolor quien me siente a esperar
Son
cínicos crudos mórbidos sosos
maleantes morbosos
de facto escabrosos
chorros brutales malvados letales
los mismos de ayer
son siempre después
Serán mis ojos y los verán arder
Elecciones lecciones
no me vengan a hablar
de salida electoral
a esta horda criminal
Una pila de excremento tenemos que enterrar
un bloque de cemento y al fondo del mar
No se puede convivir con tanta maldad
ellos son la enfermedad
que es preciso extirpar
que es urgente extirpar
que es poesía extirpar
Yo no me voy a olvidar
del garrote y el silencio
no me voy a olvidar
del espanto y el manto
no me voy a olvidar
del desvelo y el velo
no me voy a olvidar
del viejite caído
del niñite vencido
del laburante apaleado
del militante gaseado
muerte a control remoto
Yo
no me voy
a olvidar
Serán mis ojos y los verán
arder