REGRESO A LAS AULAS: 10 APRENDIZAJES QUE NOS DEJÓ LA PANDEMIA

El Asesor Internacional de Educación e impulsor del proyecto Horitzó 2020 de Jesuïtes Educació, Pepe Menéndez, participó de un nuevo encuentro de “Diálogos Eutópicos”, organizado por el equipo de especialistas de la Red de Escuelas de Eutopía, un modelo colaborativo, inclusivo e innovador de transformación de la escuela secundaria que nació en el año 2017 de la mano de Vicaría de Educación del Arzobispado de Buenos Aires, en alianza con   Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y el apoyo de la Fundación Bunge Born.

El encuentro fue orientado a directivos de más de 60 escuelas de todo el país. “Estos espacios formativos son diálogos colectivos entre directivos de la red de Eutopía y expertos nacionales e internacionales de diversos ámbitos de la acción educativa, comprometidos desde su actividad cotidiana con la transformación escolar. En este nuevo contexto de regreso a clases, es fundamental reflexionar sobre las lecciones y aprendizajes que ha dejado la pandemia en materia de gestión educativa”, señaló Luciana Alonso, directora del modelo educativo Eutopía.

¿Qué hemos aprendido durante el tiempo de pandemia? fue el interrogante planteado por el español Pepe Menéndez, al comenzar la jornada “Diálogos Eutópicos”, que se desarrolló en la sede de la OEI, con la presencia de autoridades de la alianza que impulsa la red y funcionarios públicos. “El Covid ha impactado en nuestras convicciones, creencias y miedos; este virus impulsó las emergencias que ya existían, porque la desigualdad, pobreza e ignorancia ya estaban de antes de la pandemia. Pero también hemos aprendido muchas cosas, y es justamente eso lo que tenemos que rescatar y potenciar para lograr la transformación deseada en cada escuela. Lo peor que nos puede pasar es no aprovechar lo que hemos aprendido en pandemia, que todo vuelva a ser igual que antes no tiene sentido”, afirma  Pepe Menéndez.

Pepe Menéndez: Diez aprendizajes en tiempo de pandemia

1-Romper con la asimetría entre docentes y alumnos. “La pandemia potenció la necesidad de una educación más horizontal, menos jerárquica, incluso en los propios procesos de aprendizaje del conocimiento. Una mayor simetría y paridad entre alumnos y docentes, exige que los docentes estén más preparados para llevar adelante los procesos de aprendizajes”.

2-Valoración de lo vincular entre docentes, alumnos y familia. “Paradójicamente, la pandemia nos encerró pero nos conectó-vinculó mucho más, en todo sentido, también desde lo emocional. Esto pone en alerta un tema clave, la presencialidad en la escuela por sí misma no garantiza nada, lo importante es lo que sucede en la escuela. Volver a la escuela no es suficiente, hay que reforzar el trabajo en la escuela, el tipo de vínculos, relaciones y experiencias significativas”.

3-Administración y gestión del tiempo. “Saber administrar el tiempo es clave a la hora de pensar y lograr una transformación de la educación. Al volver a la escuela presencial, no podemos caer en la idea de falta de tiempo para gestionar, coordinar, y trabajar en equipo en pro del mejoramiento de la realidad educativa”.

4-Colaboración entre pares –docentes/directivos-. “Por necesidad lo que antes se solicitaba, en pandemia apareció de forma espontánea. La ayuda entre colegas y el intercambio de experiencias para resolver los problemas y obstáculos que iban surgiendo, estuvo a la orden del día”.

5-Apropiarse del potencial de las tecnologías. “Se terminó con la discusión sobre tecnología sí o tecnología no, en el ámbito educativo, de un momento para el otro todos tuvieron que aprender a manejar e incorporar las diferentes herramientas para poder garantizar la continuidad educativa a distancia. Pero no hay que caer en la creencia que la tecnología en sí misma es aprendizaje, como docentes debemos aprender y estar abiertos al uso de la tecnología, para llevar a cabo aquellos objetivos de aprendizajes que queremos conseguir. La tecnología no reemplaza nada ni a nadie”.

6-Animarse a nuevas formas de enseñanza. “La pandemia disparó la capacidad de adaptación de todos los actores de la educación: directivos, docentes, alumnos y hasta las propias familias”.

7-Empatía entre docentes y con los alumnos. “La necesidad hizo que la relación entre colegas y con los alumnos, sea más empática, comprensiva, de colaboración, Por primera vez a todos le estaba afectando lo mismo, tenían las mismas dificultades que había que enfrentar”.

8-Saber utilizar los recursos disponibles. “Necesitamos saber administrar y gestionar los recursos que tenemos. La pandemia nos llevó a empezar a ver con mayor detenimiento lo que tenemos y lo que no tenemos, y cómo aprovechar al máximo lo que tenemos. La responsabilidad de cada uno no es resolver todos los problemas, la responsabilidad está en tener buenos equipos de trabajo que puedan resolver los problemas que se van presentando”.

9-Conocer los límites de las normas. “La pandemia dio lugar a experimentar, a probar otras cosas, a ir más allá del límite de la norma para lograr un cambio. No hay ninguna escuela que haya logrado una verdadera transformación educativa sin saltar las normas”.

10-Apropiación de los recursos. “Es el momento de apropiarse de los recursos que tenemos, de valorar lo que hemos construido para profundizarlos y que nos sirva para impulsar el cambio, la transformación que la escuela está necesitando”.

¿Cómo aprovechar las lecciones aprendidas en pandemia?

El buen liderazgo directivo es clave en el proceso de transformación sistémica de la educación. Entre las características de la figura de liderazgo, se destacan: un liderazgo estratégico, contextualizado a cada experiencia, con capacidad de escucha, capaz de rodearse de las competencias que necesita, y que sepa centrarse en liderar el aprendizaje de los estudiantes. “Estamos en un momento especial que debemos aprovechar, no podemos desperdiciar todo lo aprendido en pandemia y para esto, la dedicación de tiempo en gestión es fundamental. La voluntad y predisposición docente está presente, ahora depende de nosotros, de no olvidar lo que pasamos en estos más de dos años, para aprovecharlo y lograr el cambio educativo que deseamos. Este es el sentido de estos encuentros organizamos por la Red de Eutopía”, sostiene Menéndez.

“La pandemia nos ofrece la oportunidad de aprender de las transformaciones en los modos de hacer y de pensar en la escuela. Estudiar nuevas configuraciones de elementos de la cultura escolar como el tiempo, los ambientes de aprendizaje, los vínculos, el currículum, las estrategias de enseñanza y las prácticas de evaluación, creando diversas experiencias de escuela no exploradas previamente. Luego de cinco años de trabajo en red, los resultados del modelo Eutopía evidencian no sólo que la transformación escolar es posible, sino que se distingue al estudiante como la razón del cambio. Los estudiantes exigen una transformación de las experiencias educativas en el marco de una cultura y realidad abiertas, flexibles y en cambio constante”, concluye Luciana Alonso, directora de Eutopía.

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